5/2/20

KANT CONTRA SHAKIRA


Mark Evan Bonds explica en su precioso ensayo “La música como pensamiento” que, hasta el siglo XVIII, la música instrumental estaba subordinada a la vocal, de manera que Kant llegó a decir que la música sin texto era más placer que cultura, y Rousseau la miraba por encima del hombro porque no permitía expresar ideas. Pero, a principios del siglo XIX, la música puramente instrumental empezó a ser considerada un medio de conocimiento y, más todavía, se la valoró precisamente porque era ajena a las limitaciones del lenguaje. Por eso, mientras veía como todos los años por estas fechas la incomprensible (a ojos de un futbolero europeo) Super Bowl, el partido final de la NFL, pensé que aquel larguísimo ir y venir de unos cuantos tipos acorazados en busca de no se sabe muy bien qué es música instrumental, mientras que un partido de fútbol es música vocal. Yo pensaba que el fútbol americano era más placer que cultura, y que no permitía expresar ideas tan elevadas como las que propone el Barça en un buen día o el Liverpool casi siempre. Me equivoqué.

La deslumbrante actuación de Jennifer López y Skakira en el descanso de la Super Bowl no fue, en el fondo y en la forma, muy diferente del partido entre San Francisco 49ers y Kansas City Chiefs. Jennifer López y Shakira demostraron estar en tan buena forma como el más aguerrido de los jugadores porque moverse como se mueven estas mujeres por un escenario y, al mismo tiempo, cantar sin que parezca que la vida se escapa por la boca está al alcance de Mick Jagger y poquitos más. Además, el derroche de luz, sonido, vestuario, coreografías y bailarines podría sugerir que el espectáculo estaba orientado, como diría Kant, más al placer que a la cultura y que JLo y Skakira no estaban expresando ideas. Error. El fútbol americano es un deporte incomprensible y el miniconcierto de Jennifer López y Shakira dejó agotados a los espectadores, pero ni la Super Bowl ni las dos artistas tienen nada que envidiar al fútbol de la Liga de Campeones o a un concierto de Joaquín Sabina porque seguimos sin saber qué demonios es la línea de scrimmage y qué relación hay entre “Waka Waka”, el trap, el reguetón, Versace, una capa de plumas con la bandera de los Estados Unidos, un coro de niños cantando “Let´s get loud”, el poder latino, el carnaval de Barranquilla y dos diosas en plata y oro, pero hay cosas que no se pueden explicar con palabras y necesitan las manos prodigiosas del quarterback Patrick Mahomes y los movimientos imposibles de Jennifer López y Shakira.

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