Mediaset publicó el
domingo en Twitter un vídeo con el final de “Viva la vida” en Telecinco. Es un
miniconcurso telefónico en el que la presentadora, Emma García, pide que
le digan una de las letras del nombre del programa.
—La letra mía,
que yo me llamo Carmen: la “c”. Y, si no, el 13, lo que quieras.
—Es que no hay
“c”, ¿no?
—¿Qué?
—Carmen, no me
líes, que no hay “c”.
—¿No hay 13? ¿Y
la letra “c”, tampoco?
El público que del
plató empieza a reírse.
—No, vamos a
ver, Carmen. Que es que igual no se ha enterado. Yo te lo explico. Tenemos aquí
varias letras de “Viva la vida”, y me tienes que elegir una.
—Sí, si lo veo
todos los domingos.
—Ah, pues ¿qué
letra quiere?
Por la parte
inferior de la pantalla empiezan a desfilar los créditos del programa. Son los
nombres de los profesionales que trabajan en “Viva la vida” gracias a que al
otro lado de la pantalla hay espectadores como Carmen.
—La “c” no
tiene, ¿no?, pues dame el 13.
—¡Me has pillado
sin la “c”! Carmen, ¿qué letra? Corre que nos tenemos que ir. Dime una letra,
¿cuál quieres?
—La “c”.
Las carcajadas resuenan
en el plató. Emma deja de ser la mujer sonriente y se ríe sin disimulo.
—¡Es que la “c”
no la hay! Carmen, dime una letra, por favor.
—La “c”, la “c”.
La presentadora se carcajea
tanto que le cuesta hablar.
—¡Es que la “c”
no hay! “Viva la vida” no lleva “c”.
—La “c”, la “c” ,
la “c” , la “c”.
En el plató, el despiporre
es generalizado. Emma habla a trompicones.
—¿Cuál has
dicho?
—El 13, el 13, el
13.
Mediaset corta el
vídeo abruptamente. Tal vez decidió publicarlo y cortarlo así para hacer después
algo que dijeron los espectadores que nada más ocurrir el lío se lanzaron a
celebrarlo en las redes y pidieron que llevaran a Carmen de invitada al plató
para seguir la fiesta. Espero que no, pero si se trata de eso, de reírse de los
demás para sentirse superior, les recuerdo que Javier Cárdenas tiene gran
experiencia en este campo con una sentencia judicial firme que así lo avala.
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