Sostiene Tamara Falcó que su libro “Los cupcakes
de Tamara” no lo escribió ella. Lo dijo el otro día en “MasterChef Celebrity”,
en cuya cuarta edición está concursando. Tamara es, en efecto, una de esas afortunadas
personas a las que nuestra tele pública eligió esta temporada para pagarle un
sueldazo muy superior al que el Estado paga a los servidores públicos, y muy
superior al que ganan de media los españoles que con sus impuestos tienen que
pagar el sueldazo a Tamara. Pero no vayamos a creer que fue elegida de forma
sospechosa, sin ningún control, careciendo de toda cualificación o
arbitrariamente. Tamara está ahí por mérito propio, concretamente por el enorme
mérito que tiene ser un animal vertebrado que en el cariotipo de sus células
somáticas luce, en su par 23, un cromosoma X que procede de un espermatozoide producido
por una de las gónadas de un exmarido de una exmujer de un excantante melódico del
siglo pasado llamado Julio Iglesias.
Y a callar, a ver si nos vamos a poner tontos con un quítame allá esos
parásitos sociales de la tele pública y después se vengan de nosotros en “MasterChef
Celebrity 5”
contratando como concursante cocinera a la nietísima Carmen Martínez Bordiú igual que hace unos años ya la contrataron
como concursante bailarina en “¡Mira quién baila!”.
“MasterChef
Celebrity 4”
se disponía anteayer a realizar su primera prueba de repostería cuando la jueza
Samantha Vallejo-Nágera aludió al
libro de repostería de Tamara.
—Tú has publicado un libro muy dulce, ¿no?
—Ah, bueno, sí, pero eso solamente… me saqué
las fotos. Lo que pasa es que después decían que eran mis recetas, pero no lo
eran.
Es una vergüenza
cómo está la tele pública. Sostiene Tamara en un reality disfrazado de programa culinario que no es la autora de un
libro de cocina que lleva su nombre, y no pasa nada. El organismo encargado de
vigilar que TVE no incluya publicidad debería tomar medidas. Si Tamara quiere promocionar
la venta de un recetario señalando la enorme virtud que supone el hecho de que
las recetas no son suyas, que pague por ello. Por ejemplo, que pague tanto como
le pagamos entre todos para que cobre lo que cobra por estar ahí como un
pasmarote.
En Faro de Vigo está recortado el artículo.
ResponderEliminarDa a entender que es hija de Julio Iglesias.