Este año sí.
Este año “Eurovisión” nos va a dar una alegría. RTVE ha decidido hacer las
cosas bien desde el principio y ya se ha puesto manos a la obra. Si mantiene
las ideas claras y el pulso firme en el rumbo que acaba de marcar, será un año
inolvidable.
Últimamente
“Eurovisión” es una decepción constante. Todas esas operaciones triunfo, esos
desfiles de aspirantes que llegan como moscas, esas galas larguísimas que
acababan a las tantas, y esas votaciones sin sentido en las que cualquiera
podía manipular la votación eran un lastre para el festival. Hacía falta que
RTVE volviera a hacerse con el timón, confiara en sus expertos y se dejara de
tonterías. Era un despropósito que los votos de unos eurofanáticos sin
cualificación musical obligaran a que España estuviera representada por una chica
que les caía muy bien, un chico que les parecía muy guapo o un chikilicuatre cualquiera
que pasaba por allí que les resultaba muy graciosote.
Este año
Televisión Española cortó por lo sano y comunicó sin más el nombre de nuestro
representante, y ya está. Utilizó el “Telediario” para dar la noticia, y santas
pascuas. Nos dijo que el tío se llama Blas
Cantó, y carretera. Pues muy bien, alegrémonos por él. Pero sobre todo
alegrémonos por nosotros, porque gracias a que conocimos su candidatura en el
“Telediario” nos libramos de una turra de selección que otros años dura meses.
Ahora solo
hace falta que TVE siga por este camino. Dentro de unas semanas, y sin haber
dicho antes ni pío, un “Telediario” comunicará cuál es la canción elegida para
que la cante Cantó. Después, otro informará de que han comenzado los ensayos y
ya han hecho el vídeo. Más tarde podrían avisar de que ya tienen el vestuario y
la coreografía, pero como no pueden enseñar nada, mejor que no avisen. Y cuando
llegue mayo, la hora de la verdad, la noche del festival, qué emoción, TVE
emitirá “Cachitos” o “La hora musa”, y ya nos dirá quién ganó el
"Telediario" del día siguiente.
¡Adiós, Blas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario