El Dios de las
televisiones se desperezó. No quedaba otra que hacer un genocidio. Un hermoso
genocidio que sirviera de ejemplo y advertencia. A puntito estuvo de sentir
escrúpulos morales ante una acción tan terrible, pero los apartó de su mente
infinita (y eso que sitio tenía). No iba a andar con miramientos. Desde el
principio de los tiempos hicieron exterminios sistemáticos de pueblos enteros todos
los grandes dioses únicos y todopoderosos que en el mundo han sido (y mejor no
dar nombres, que algunos siguen teniendo mucho poder y seguidores capaces de todo).
Un Dios único y todopoderoso que no hace algún genocidio ni es Dios único y
todopoderoso ni es nada. A ver por qué Él iba a ser menos que los Demás.
“Pasapalabra” se
moría. El último programa justo de Telecinco desaparecía de la parrilla. El último
escollo que hasta ahora había evitado que toda la cadena sufriera su ira
justiciera ya no estaba ahí. No había ningún motivo para salvar Telecinco de la
destrucción. Incluso los informativos hacía años que había dejado de hacer programas
gratos al Dios de las televisiones para entregarse a la depravación de los
sucesos truculentos, para recrearse en el fornicio de lo anecdótico y lo
intrascendente, para refocilarse con la obscenidad de la violencia, la sangre y
la muerte. Sin “Pasapalabra”, sin el único espacio que evitaba que la cadena entera
fuera un miserable nido de insolentes blasfemos, nada podía evitar la justa
cólera divina.
Solo faltaba
determinar bajo qué forma terrible se presentaría el castigo. Desechó el diluvio,
el exterminio de primogénitos, las plagas de ranas, moscas y langostas, la
transformación del agua en sangre, la peste, las úlceras, la lluvia de granizo
y fuego, las tinieblas, el envío de un ángel exterminador, transformarlos en rocas
de sal o rociarlos con azufre incandescente. Ni siquiera derribaría las
murallas de Fuencarral ni detendría el Sol para que diera tiempo a
exterminarlos a todos. Sería original: sin “Pasapalabra”, “Sálvame” pasaría a
durar cinco horas. Diarias. Seguidas. Cada tarde. Eso no hay cocaína que lo
aguante.
Menuda papeleta se presenta ahora en "tu cadena amiga"...
ResponderEliminar