14/9/19

DIGNIDAD


Trabajar en la tele es duro. El miércoles varios periodistas tuvieron problemas cuando intentaban informar en directo desde la calle. Que aprendan de Mila Ximénez, a quien los problemas no pillan por sorpresa. Ese mismo miércoles se estrenó en “GH VIP”, pero como sabía dónde se metía llevaba el trabajo adelantado de casa. Ya cuando firmó el contrato con el reality, vendió una entrevista a una revista del corazón contando que sufrió mucho. Tanto que pasó una semana encerrada en casa llorando deprimida, comiendo y bebiendo como una loca, yendo de la cama al frigorífico y del frigorífico a la cama. Luego ya se puso un balón gástrico para adelgazar dentro del programa. Una profesional previsora, sí señora.

El de la tele es un trabajo muy expuesto en el que se dan situaciones muy desagradables. Mientras Ana Belén Roy realizaba una conexión en directo para informar en TVE de la Diada en Barcelona, la insultaron, le lanzaron una piedra, agua sobre la cámara y le tiraron el trípode al suelo. Milá Ximénez se encontró con que querían que entrara gateando en la casa de Guadalix, pero no lo lograron: “Esto es una mierda. Ya entro cabreada y a la mierda el concurso. No me voy a joder la espalda. Sabía que no tenía que haber hecho esto. No voy a entrar por la puta gatera”.

También la periodista Diana Mata sufrió insultos mientras informaba sobre la Diada para Antena 3. El cámara que la acompañaba fue, además, golpeado. Cuando Mila Ximénez vio en “GH VIP” que los concursantes estaban sin agua caliente, sin cocina, sin ropa y en literas, volvió a enfadarse y volvió a plantar cara: “Yo me voy a mi puta casa mañana, que ya tengo una edad”. Pero después, tal vez tengan algo que ver los 30.000 euros que cobra por semana, no se fue a su puta casa.

Es cierto que trabajar en la tele es duro, pero es más cierto que dentro de la tele hay muchas teles.

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