Trabajar en la
tele es duro. El miércoles varios periodistas tuvieron problemas cuando
intentaban informar en directo desde la calle. Que aprendan de Mila Ximénez, a quien los problemas no
pillan por sorpresa. Ese mismo miércoles se estrenó en “GH VIP”, pero como
sabía dónde se metía llevaba el trabajo adelantado de casa. Ya cuando firmó el
contrato con el reality, vendió una
entrevista a una revista del corazón contando que sufrió mucho. Tanto que pasó
una semana encerrada en casa llorando deprimida, comiendo y bebiendo como una
loca, yendo de la cama al frigorífico y del frigorífico a la cama. Luego ya se
puso un balón gástrico para adelgazar dentro del programa. Una profesional
previsora, sí señora.
El de la tele
es un trabajo muy expuesto en el que se dan situaciones muy desagradables. Mientras
Ana Belén Roy realizaba una conexión
en directo para informar en TVE de la Diada en Barcelona, la insultaron, le
lanzaron una piedra, agua sobre la cámara y le tiraron el trípode al suelo. Milá
Ximénez se encontró con que querían que entrara gateando en la casa de
Guadalix, pero no lo lograron: “Esto es
una mierda. Ya entro cabreada y a la mierda el concurso. No me voy a joder la
espalda. Sabía que no tenía que haber hecho esto. No voy a entrar por la puta
gatera”.
También la
periodista Diana Mata sufrió
insultos mientras informaba sobre la Diada para Antena 3. El cámara que la
acompañaba fue, además, golpeado. Cuando Mila Ximénez vio en “GH VIP” que los
concursantes estaban sin agua caliente, sin cocina, sin ropa y en literas, volvió
a enfadarse y volvió a plantar cara: “Yo
me voy a mi puta casa mañana, que ya tengo una edad”. Pero después, tal vez
tengan algo que ver los 30.000 euros que cobra por semana, no se fue a su puta
casa.
Es cierto que
trabajar en la tele es duro, pero es más cierto que dentro de la tele hay
muchas teles.
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