No es verdad
que veamos la tele para desconectar dejando la mente en blanco. Tampoco que la
actualidad sea lo que sale hoy en la tele. Y, sin embargo, ver la tele sirve tanto
para desconectar como para seguir la actualidad.
Todos usamos
la tele para desconectar. La diferencia está en de dónde huimos y en dónde nos
refugiamos. Como desconectar no consiste en vaciar la cabeza sino en llenarla de
contenidos diferentes, no podemos desconectar sino conectando. Y la tele es una
herramienta tan rápida, barata y eficaz para conectarse a nuevos contenidos que
sirve incluso para desconectar de la propia tele.
Para hablar de
la actualidad recurriremos a un ejemplo de ahora mismo: el reportaje “Españoles
en Holanda. Esclavos de la globalización” emitido por Cuatro dentro de su
programa de periodismo de investigación “Fuera de cobertura”. Es tan de
actualidad que da igual que no se haya emitido ayer ni anteayer, sino hace casi
dos meses. Y mucho nos tememos que cuando lo repongan seguirá siéndolo.
A finales de
junio nos decían que la actualidad era “Supervivientes”, que había que
desconectar conectando con ellos. Hoy ya pasó aquel engaño de la emoción del
directo, de la telerrealidad del instante. La actualidad se esfumó y en su lugar
solo queda un decorado vacío y millones de huérfanos esperando “GH VIP 7” para reconectarse.
Charlando ayer
con mi amiga Pilar descubro que uno de aquellos días ambos desconectamos conectando
con “Españoles en Holanda. Esclavos de la globalización”. Más aún, vimos que era
un programa tan actual que, mientras charlábamos, su hijo tenía una entrevista de
trabajo por Skype que resultó ser con una de las empresas de trabajo temporal
que denunciaban en el reportaje porque engañan y explotan a los jóvenes
españoles que caen en sus manos. No lo harán con Pablo, que rechazó la oferta.
Pero seguirán pescando: el reportaje tuvo poca audiencia y son muchos los seguidores
de “Supervivientes” que no conocen el engaño.
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