La tele
influye en nosotros, pero sin pasarse. Los espectadores imitamos la conducta de
los personajes televisivos, pero no es para tanto. Las empresas pagan para que
determinados famosos de la tele anuncien un producto que así aumentará sus
ventas, pero en realidad la gente compra lo que le da la gana con que da igual lo
que anuncien. Consciente de la capacidad de modelado del medio televisivo, el
Estado legisla qué se puede hacer en la tele y qué no, qué se puede emitir y
qué no, qué horas son adecuadas mostrar algunas cosas, pero recordando siempre
que, bueno, tampoco hay que creerse esto del todo.
Por eso, un
año más, en “Supervivientes” nadie bebe alcohol ni, muchísimo menos, fuma. Podemos
ver en la tele cómo les hacen mil perrerías a los participantes, siempre que
nadie beba ni fume. La ley no lo permite. Podemos disfrutar del espectáculo de
ver a Isabel Pantoja aguantando lo
que le echen para ganar su dinerito, pero no saldrá bebiendo o fumando en una
prueba de “Supervivientes” por el mismo motivo por el que su Paquirrín no se metió nunca nada en directo
en ningún programa de Telecinco: está prohibido por ley. Esto está bien por dos
motivos: primero, protege su salud, y, segundo, protege la nuestra. Pero, ya lo
habíamos dicho, tampoco hay que ser más papista que el papa. Tanta protección
es tontería.
Por eso es tan
requetedivertido ver en “Supervivientes” a los participantes sufrir al tirarse
del helicóptero a ver si alguno se descalabra, mirar cómo hacen pruebas
estúpidas en las que lo pasan fatal y alguien puede salir malparado, verlos someterse
a una dieta de locos que cualquier nutricionista etiquetaría de dañina y
peligrosa, verlos exponerse al sol contra todas las indicaciones de los
dermatólogos. ¿Que esto es una irresponsabilidad que atenta contra su salud y la
de millones de telespectadores que pueden imitar lo que ven? Bueno, tampoco nos
volvamos locos. Pensemos lo divertido que es ver a Carlos Lozano flaco como un faquir y a la Pantoja negra como un tizón. Lástima que no puedan
hacerles beber, con la risa que dan los borrachos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario