Puede que la exatleta Ruth Beitia tenga razón cuando dice que el deporte favorito de los españoles es encender el televisor y ver hacer deporte a otros pero, como decía el mago Houdini, la correlación no es lo mismo que la causalidad. Aunque sofá y fútbol correlacionan, el fútbol televisado no es la causa de que muchos futboleros no hagamos más deporte que el que se puede desarrollar en un sofá mientras vemos jugar a Messi y Salah. Si el deporte televisado es la causa de que los amantes del deporte como espectáculo no hagan deporte, entonces las películas que programa TCM serían la causa de que los amantes del cine no hagan películas. ¿Tarantino no ve películas en la tele? Seguro que sí. Sin embargo, Tarantino puede hartarse de ver películas surgidas de la estantería más profunda del videoclub más escondido sin dejar de lado sus virtudes cinéfilas. Si usted y yo no dirigimos películas es porque no tenemos talento para ello o porque no nos da la gana, del mismo modo que comer pasteles de crema los domingos por la tarde no nos impide dedicar la vida al arte de la pastelería. Partidos de leyenda como el Liverpool-Barça de la semana que viene no son culpables de esos kilos de más. Acompañar el partido con unos pasteles de crema y un par de cervezas… puede que sí. Pero un kilo de más bien vale una misa en Anfield.
Muchos futboleros engordaremos hoy un kilito mientras vemos el partido entre el Barça de Messi y el Liverpool de Salah, y si mañana no vamos al gimnasio o no salimos a correr unos kilómetros no será tanto un efecto del partido como una correlación. Seguro que los futuros Salah o Messi dedican el día después de un Barça-Liverpool a jugar al fútbol o ensayar el lanzamiento de un libre directo, pero los demás solo podemos reflexionar sobre lo que hemos visto y, quizás, escuchar otra vez el emocionante “You´ll never walk alone” pegado a las gargantas de los aficionados del Liverpool. Unos pocos se levantan del sofá después de ver “Casablanca” o de la mesa después de comer un delicioso pastel de crema para iniciar un camino hacia el cine o la pastelería. La mayoría, nos quedamos paralizados por la belleza de la despedida de Rick e Ilsa o el sabor de los pasteles. Un futuro Messi se levantará hoy del sofá en busca de un balón. Los demás, nos limitaremos a cantar que los grandes equipos nunca jugarán solos.
2 comentarios:
ok
Si usted y yo no dirigimos películas es porque no tenemos talento para ello o porque no nos da la gana, del mismo modo que comer pasteles de crema los domingos por la tarde no nos impide dedicar la vida al arte de la pastelería. Partidos de leyenda como el Liverpool-Barça de la semana que viene no son culpables de esos kilos de más. Acompañar el partido con unos pasteles de crema y un par de cervezas… puede que sí. Pero un kilo de más bien vale una misa en Anfield.
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