En el partido de baloncesto CSKA-Real Madrid (Final a Cuatro de la Euroliga), un chirrido en la megafonía mientras Nando de Colo lanzaba un tiro libre (que no entró) hizo que el árbitro ordenara repetir el lanzamiento. En el segundo intento, De Colo encestó. Esta jugada fue muy importante en un partido que terminó ganando, de forma inesperada, el CSKA, pero aquí vamos a reflexionar sobre los chirridos, gritos, bocinazos y ruidos varios en el deporte. Un jugador de baloncesto soporta mucho ruido cuando lanza un tiro libre, pero a nadie (ni muchos menos a los árbitros) se le ocurre pedir silencio al público para no molestar al lanzador. Un futbolista que está en el punto de penalti sabe que la afición contraria va a hacer todo el ruido posible, un jugador de balonmano está acostumbrado a aguantar mucha presión desde la grada, no hay ninguna regla contra el ruido en el hockey y de la Fórmula 1, claro, ni hablamos. Sin embargo, el ruido es tabú y una falta imperdonable de educación en el tenis o en el ajedrez. ¿Por qué? ¿Cuál es la razón de que Nadal exija silencio absoluto cuando está a punto de hacer un saque, pero Messi tiene que cargar con todo el peso del Bernabéu antes de lanzar un penalti? ¿Por qué el ajedrecista Magnus Carlsen disfruta del silencio mientras trabaja, pero en el sueldo de De Colo está incluido tener que hacer oídos sordos ante el ruido de los pabellones, salvo que se trate de un chirrido de la megafonía? ¿Hay deportes con ruido y deportes sin ruido? ¿Messi tiene que pensar cómo tirar un penalti con ruido pero Carlsen necesita silencio para pensar su siguiente movimiento?
Dicen que el filósofo Aristipo de Cirene tenía una naturaleza tan delicada que juzgaba lo verdadero por el tacto. Parece que algunos deportistas tienen también una naturaleza tan delicada que juzgan lo verdadero por el oído. Me sorprende la cara de malotes que ponen los tenistas cuando un espectador no se comporta antes de un saque como si estuviera en la ópera. ¿Qué tiene el saque en el tenis que no tenga un penalti en el fútbol? ¿Se imaginan una final del campeonato del mundo de ajedrez en el ruidosísimo Pabellón de la Paz y la Amistad del Pireo, en Atenas? ¿Y una minifinal de la Liga de Campeones en el Teatro de la Ópera de Viena? A Carlsen se le atragantarían sus sacrificios posicionales, pero Messi no podría acostumbrarse al sonido del silencio. El ruido deportivo es cultural.
1 comentario:
Es más, el ruido es la manera que tiene la afición de aupar a los suyos. Porque esa es otra, el futbolista, baloncestista y demás, distinguen entre ruidos de ánimo y ruidos de presión, incluso hay ruidos de "espabila" o ruidos para obtener un arbitraje favorable.
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