Intercambiemos a los concursantes de “Bake off” y de “Forjado a fuego”. Por favor, por favor, por favor. “Bake off” es la nueva apuesta de Mediaset en el género de los talent shows, el “Maestros de la repostería”, el “Pastelchef”, especialistas pasteleros sufriendo mucho porque no les sale perfecta la esferificación del azúcar con la que coronar el fondant del cupcake. Panettones, brioches, panna cotas, tartas selva negra. Delicadísimos productos creados por lánguidos concursantes para el disfrute de sofisticados paladares. Y “Forjado a fuego” es el primer talent show llegado a España desde el mismísimo infierno gracias a Atresmedia: ¡un concurso de herrería de armas blancas en Estados Unidos con la estética del Motorista Fantasma! “Has forjado bien la hoja, muchacho, pero todavía debes amolar el filo”, “ésta es un arma de la que cualquier marine se sentiría orgulloso, nunca he visto un moteado de damasco igual en una katana”, “basta de yunque, ha llegado el momento de templar”.
Por favor, que se intercambien. Necesito ver a Jack, granjero de Iwoa, armero en su fragua doméstica, veterano de Irak, votante de Trump, ciento treinta kilos, intentar que el hojaldre no se quiebre al montar un milhojas de frutos del bosque y espelta dulce. Y me muero por ver a Ignasi, estudiante de audiovisuales en la Universitat Oberta de Catalunya, independentista, crudivegano y antiespecista, agarrar los martillos y las gafas de soldadura para reproducir una zweihander alemana del siglo XIV de puro acero W2. En “Bake off” hay una cata de los dulces cocinados por los concursantes. En “Forjado a fuego” hay una prueba de muerte en la que se evalúa el arma sobre cadáveres de animales o dummies que reproducen la anatomía humana. En “Bake off” se dice al ganador “mmm… esto está delicioso”. En “Forjado al fuego” se dice al ganador “tu arma mata”. Los dos programas son insoportables en su coherencia, pero irresistibles en su mezcla. Lo que, en general, puede afirmarse del conjunto de la televisión y de la especie humana.
2 comentarios:
Jamás veré uno de estos talent show (o como se llamen), me parecen horrorosos; y la entrada de hoy la he leído casi por compromiso, porque me encanta tu columna y las opiniones que sueles verter con la excusa de los programas que "criticas". Eso sí, si escribo hoy es para tirarte de las orejas: ¿cómo que "este es un arma del que cualquier marine..."? Antonio, que "arma" es un sustantivo femenino, por favor. Así que, si no te importa, "esta es un arma de la que cualquier marine..."
Saludos
Ah, pues tienes razón, Miguel. Procedo a corregirlo.
Publicar un comentario