Las ciencias ocultas son como las manifestaciones secretas: no existen.
¿Y si alguien
se ocultara para estudiar ciencias? Da igual, eso no hace que las ciencias sean
ocultas. ¿Y si alguien dice dedicarse a las ciencias ocultas o les da bombo y
vive de ellas, como Íker Jiménez en
“Cuarto Milenio”? Pues aún peor: las ciencias no pueden ser ocultas porque son
una forma de conocimiento social y colectivo en la que cada logro es revisado y
criticado por otros. Es gracias a esto que alcanzan el consenso y progreso que
ya gustaba a Lolo Kant hace dos
siglos, y nos ha traído hasta aquí. ¿Y qué hay de los libros publicados sobre
ciencias ocultas? De esto, mejor ni hablamos; basta la risa que da que en la
misma frase se hable de publicar y ocultar a la vez.
Tras el viejo contrasentido
de las ciencias ocultas (hoy simples pseudociencias), proliferan ahora las manifestaciones
secretas. Manifestaciones normales, en las que los ciudadanos se reúnen en la calle
a manifestarse, hay muchas. Con participantes que se tapan la cara, también.
Pero eso hace que los secretos sean los manifestantes, no la manifestación. Las
manifestaciones son públicas por definición. ¿Y si los manifestantes evitaran
que se conozca qué manifiestan? ¿Y si evitaran dar a conocer, poner a la vista
o exponer públicamente sus reclamaciones, reivindicaciones y protestas? La
existencia de una manifestación así —secreta— sería un contrasentido lógico
similar a que hubiera ciencias ocultas, triángulos de cuatro lados o un segundo
papa único en Roma.
Así que
alguien debería explicarles lógica a los gilipollas que, cada vez más, impiden
a periodistas y reporteros explicar qué pasa en las manifestaciones. Las últimas
víctimas son Cristina Pampín (TVE) y
Blanca Basiano (Antena 3), a quienes
los independentistas no dejaron hacer su trabajo en la huelga general de
Cataluña ni el acto de homenaje de Pedro
Sánchez a los exiliados españoles en Francia. Ambas intentaban difundir unas
reivindicaciones que los manifestantes trataban de silenciar con sus gritos,
hostilidad y empujones. ¿Manifestaciones secretas?, ¡no fastidien! Lo que hay
es mucho manifestante fantasma que, de verdad, debería manifestarse cuando se
manifiesta.