Desde su comentadísimo reality “¡A ordenar con Marie Kondo!” (Netflix), la gurú del nuevo orden mundial -perdón, quise decir “la nueva gurú mundial del orden”- pretende que Occidente entero reordene sus viviendas para reordenar sus vidas. Sus consignas están por todas partes: la ropa ha de ser doblada y almacenada de forma vertical, transmitiéndole amor con nuestras manos; hay que deshacerse de los objetos de nuestra casa que no nos proporcionen felicidad; las paredes vacías nos ayudarán a reducir el estrés; una casa armónica no debería contener más de treinta libros; los objetos pertenecientes a la misma categoría deberán guardarse juntos, los objetos pertenecientes a distintas categorías deberán guardarse separados. Aquéllos que siguen este método se encuentran más serenos, tienen relaciones más saludables y la piel más tersa. Ordena tu casa, ordena tu vida.
Así que, siguiendo la línea de Marie Kondo, presento oficialmente el método Antonio Rico para reordenar la televisión en cada casa, y, de esta forma, reordenar nuestras vidas. En primer lugar, debemos eliminar todo lo superfluo de nuestra parrilla de cadenas sintonizadas, hasta quedarnos con no más de tres canales. Cuando zapeemos, debemos intentar transmitir amor al apretar los botones del mando a distancia. Debemos ordenar por categorías los programas que vemos, no mezclando en el mismo día informativos con series, o concursos con realities. Y nunca debemos ser espectadores de programas que no nos proporcionen felicidad.
Créanme, este método me ha hecho reentender mi vida de una manera nueva. Una placentera calma me invade, me llevo mejor que nunca con mis vecinos. Y no crean que fueron necesarios grandes cambios para lograrlo. De hecho, todo empezó a mejorar desde el primer programa eliminado, el más superfluo de todos, el que menos felicidad me proporcionaba. Y respecto a la tersura de mi piel, fue deshacerme de “¡A ordenar con Marie Kondo!” y se me quitaron inmediatamente unas arrugas en el ceño que me afeaban desde la primera vez que oí hablar de Marie Kondo.
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ResponderEliminarqué chivato
Eliminarsi ya San Agustín hablaba de la paz como la tranquilidad del orden... a lo mejor la marikondo es la agustina de los tiempos modernos...
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