21/1/19

ÓNFALO


Hoy hablaremos de la periodista y presentadora Samanta Villar. No por gusto, sino porque hoy estrena un nuevo programa. O, como ella diría, hoy Samanta estrena un nuevo Samanta. Los pitufos tienen la gracia de que todos los verbos se transforman en un verbo único, el verbo pitufar. Samanta tiene la desgracia de que todos sus programas se transforman en un programa único, el programa Samanta.

Al principio su programa se llamaba “21 días”. Abordaba diferentes asuntos que durante 21 días Samanta investigaba, Samanta experimentaba, Samanta vivía, Samanta respiraba, Samanta suspiraba, Samanta sufría, Samanta contaba, Samanta lloraba y Samanta reía. Arrancaba la identidad de la periodista con el periodismo, entre el sujeto y el objeto del reportaje, entre el observador y lo observado. Aquello no podía acabar bien. Y acabó mal.

Después de “21 días” vino “Conexión Samanta”. El nombre del programa ya avisaba de que no conectaba al espectador con un asunto de interés, sino con Samanta. Le siguió “9 meses con Samanta”, donde Samanta no fue al reportaje, sino que el reportaje fue a Samanta. Hola Samanta, soy Samanta y estoy embarazada, ¿puedo estar con Samanta durante el embarazo de Samanta para saber lo que es Samanta embarazada durante el embarazo de Samanta? Claro, Samanta, dónde iba ir Samanta si no, qué iba a ser de Samanta sin Samanta, dónde iba a estar mejor Samanta que con Samanta, Samanta.

Hoy Samanta estrena “La vida con Samanta”. Me voy a arriesgar: tratará de Samanta. Un largo trayecto desde Samanta hasta Samanta pasando por Samanta. Un recorrido donde el camino transcurre desde yo hasta mí pasando por sí. De Samanta a Samanta por Samanta. Como si Samanta, Samanta y Samanta fueran la misma persona. Yo y el mundo somos lo mismo, pero sobre todo yo. La identidad perfecta. El periodismo bien entendido empieza por uno mismo. Todo viaje es un viaje interior y yo ya llegué. Nuestros yoes son los yoes que van a dar al yo, que es el morir.

2 comentarios:

Belén dijo...

o narcisismo elevado a la enésima potencia... Todos somos Samanta

Anónimo dijo...

por cierto, ¿como se llama esta chica?