Ni su carrera musical, ni su
carrera audiovisual, ni su periplo televisivo promocionando su carrera musical. Lo peor de Bertín Osborne es Bertín Osborne tocándose los cojines.
Ni su papel de señorito vividor
rijoso en “Contacto con tacto”, ni su papel de señorito vividor simpaticote en
“Menudas estrellas”, ni su papel de señorito vividor campechano en “Mi casa es
en la tuya o en la mía o la vuestra o la nuestra”. Lo peor es ver a Bertín intimando
con sus cojines.
Ni su papel de ideólogo de todo a
cien a quien todo se la sopla, ni su discurso de hombre de mundo desprendido de
las cosas materiales que sabe que nada importa porque desde que nació tiene la
vida resuelta, ni el descarado uso que hace del vino reducido a su condición de
droga social que convenientemente administrada sirve para que los invitados a su
programa sean tan simpaticotes con él como él es con ellos. Lo peor es ver cómo
remata el espatarre de sofá acodándose en, reclinándose con o incluso abrazándose
a… sus cojines.
Y el mal se extiende. Quienes
visitan a Bertín acaban toqueteándose los cojines como él. Todo el mundo termina
imitándolo. En las reemisiones de “Friends”, Joey Tribbiani ya no abraza a Abracín,
su pingüino de peluche. Tampoco se acuerda nadie de la entrañable batamanta de
Teletienda. Ahora solo hay cojines. Abrí un cajón, cogí un cojín; cajones abrí,
cojines cogí. Además de jamón y rancheras, pronto Bertín venderá la nueva y
revolucionaria Cojinmanta®.
Por otra parte, el señor Osborne tiene
su propia opinión respecto a la broma de Dani
Mateo con la bandera en “El intermedio”: “Ha hecho una gilipollez y ahora tiene que pagar por haberla hecho. Tú
puedes hacer bromas con lo que sea, pero no te puedes meter en el plano de los
sentimientos”. Solo espero que, por muchos chiflados que secunden mis
extraños y profundos sentimientos hacia los cojines, jamás Bertín Osborne, ni
nadie, tenga que pagar por tantas y tan abundantes gilipolleces como hacen metiéndose en este plano de los sentimientos. ¡Y mira que sufro, Bertín, mira
que sufro!
Lo que me preocupa no es que se toque sus cojines, me preocupa y mucho la forma de tocarnos los nuestros, y los toca en demasís para mi gusto
ResponderEliminarVen pa' ca' que te lo bordo
ResponderEliminarhttps://youtu.be/0vy5Pxl_DH4