Telecinco tiene la propiedad conmutativa. El orden de sus presentadores no altera el producto. El producto de Telecinco son los programas, claro. Por eso Paolo Vasile se puede permitir, por puro capricho, así como el que cambia de sitio los muebles del salón, intercambiar a Toñi Moreno y Emma García sin que nada en Telecinco se altere. Si vales para presentar “Viva la vida”, vales para presentar “Mujeres y hombres y viceversa” y viceversa. Eso no lo pueden decir todas las cadenas. La 2 no puede poner a Maika Makovski (“La hora musa”) a presentar “Saber y ganar” y a Jordi Hurtado (“Saber y ganar”) a presentar “La hora musa”. #0 no puede poner a Michael Robinson (“Informe Robinson”) a presentar “La resistencia” y a David Broncano (“La resistencia”) a presentar “Informe Robinson”. Pero Telecinco puede hacer cualquier permuta de sus cinco presentadores básicos tomados de dos en dos sin que nada chirríe. Incluso puede coger al Jorge Javier Vázquez de “Gran Hermano VIP” e intercambiarlo con el Jorge Javier Vázquez de “Supervivientes” o con el Jorge Javier Vázquez de “Sábado Deluxe” sin que nadie pueda notar ninguna diferencia.
Porque, en rigor, la cadena Telecinco sólo emite un programa, llamado “Telecinco”, que dura las veinticuatro horas del día a lo largo de los siete días de la semana. A diferencia de todas las demás cadenas, que intentan mostrar un abanico variado con el que convocar un amplio perfil de público, la cadena de Mediaset exhibe una uniformidad de sol a sol digna de un mejor propósito. Por ello, cambiar a Toñi Moreno por Emma García no tiene mayor repercusión sobre el resultado final que la que pudiera tener sobre “El hormiguero” que Pablo Motos pusiera a Jandro a presentar la sección de ciencia mientras Marron pasaba a ocuparse de la magia en el programa. “Mujeres y hombres y viceversa”, “Gran Hermano”, “Supervivientes” o “Viva la vida” son sólo diferentes secciones del gran y unitario programa basura que es “Telecinco”.
2 comentarios:
HOmbre Mr Rico, no me negará que en "Viva la vía" no hace una innegable impagable y ferrea defensa del transporte público :)
Jajaja, corregido
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