El Congreso de los Diputados y el
plató de “Sálvame” se parecen en lo aburridos que son. Puede que viéndolo por
la tele parezca otra cosa, y puede que haya espectadores que le vean el interés
político, sociológico o qué sé yo, pero quien está allí hora tras hora sabe el
tostón que es todo aquello.
El último en decírnoslo fue Kiko Eldegranhermano
—ese señor que prefiere que le llamen “Kiko Hernández”, pero aquí queremos
recordar de dónde procede para tener presente que, además de los daños
directos, “Gran hermano” posee peligrosos y prolongados efectos secundarios—.
Esta semana, en una de esas tardes interminables de dimes y diretes en las que
ya ni merendar en directo hace soportable el tedio en el plató de “Sálvame”,
Kiko se entretenía jugando al “Candy Crush” con el móvil.
Idéntico mensaje nos había
transmitido antes la diputada por Málaga Celia
Villalobos. Injustamente se la acusó hace un par de años de jugar en su tablet al “Candy Crush” mientras estaba
en la tribuna de oradores su jefe, el presidente del Gobierno Mariano Rajoy, y ella ocupaba el puesto
de presidenta del Congreso. Mentira cochina. Dani Mateo demostró en “El intermedio” que estaba jugando a
“Frozen”, algo que ella misma confirmó después a Susanna Griso en “Espejo público” mientras se quejaba amargamente
de que no había sacado ningún beneficio de la involuntaria publicidad gratuita
que había hecho: “Los del ‘Candy Crush’
se hincharon de ganar dinero, y ni siquiera me llamaron para darme las gracias”.
Es de justicia que Amancio Ortega
haya enjuagado aquellas lágrimas haciéndole un regalito al ver que, hace quince
días, volvieron a pillarla distraída en el Congreso, esta vez comprando desde
su escaño en Zara on line.
Habrá quien se deprima viendo
este panorama, pero hay que apreciar el lado bueno: ahora sabemos que Celia Villalobos
puede ser una estupenda colaboradora en el plató de “Sálvame”, y que Kiko Eldegranhermano está perfectamente
cualificado para ser diputado por Málaga en el Congreso.
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