A veces te dan las columnas hechas. El final de la intervención de Bob Pop esta semana en “Late motiv” fue tan certero, tan brillante, tan potente, que lo único que puede hacer un crítico de televisión honesto es echarse a un lado y aplaudir. Llevaba yo varios días dando vueltas al hecho pasmoso de que, durante estos últimos años, la principal fuente de polémicas político-sociales entre los millenials provengan de “Operación Triunfo”, sin saber cómo hincar el diente a tan ambiguo asunto, cuando se puso Bob Pop a charlar con Andreu Buenafuente y dijo esto:
“Yo creo que la causa es buena. Está muy bien luchar contra la homofobia desde cualquier sitio. Pero a lo mejor estamos eligiendo mal nuestros símbolos. Estamos recurriendo a una muchacha millenial dentro de un talent show para luchar contra la homofobia, estamos usando a Mecano como un referente de la integridad de la obra artística. Estamos eligiendo regular. Elegimos bien las causas, pero elegimos mal a los enemigos. Estamos defendiendo la libertad de expresión a través de un rapero botarate, el feminismo a través de concursantes de ‘Gran Hermano’, la lucha contra la homofobia a través de cantantes de karaoke, la integridad creativa con letras de Mecano, el debate intelectual con tuiteros y la pluralidad democrática con Falange. Y a lo mejor el problema es que hay demasiados influencers y muy pocos referentes”.
Exacto. Inmejorable. Esa distinción entre causas y símbolos es imprescindible si no queremos que las causas terminen banalizadas y capitalizadas por trolls tuiteros y adolescentes chillones. Se equivoca el que crea que la homofobia -o el machismo, o la censura, o la intolerancia- se combate mejor viendo homofobia -o machismo, o censura, o intolerancia- por todas partes. Son asuntos muy densos, y pobres de nosotros como sea OT donde se esté jugando esta partida. Gracias por señalarlo, Bob. Ponte en contacto conmigo y buscamos la forma de hacerte llegar los emolumentos de esta columna, que la has escrito básicamente tú.
Creo que está en un error el tal Bop Pop. En realidad lo que se hace por estos mandamases actuales es utilizar como supuestos fines últimos la lucha contra la homofobia, la la integridad de la obra artística, la libertad de expresión, el feminismo. En realidad estos supuestos fines, son meramente medios para mantener a la gente adoctrinada, aborregada y en rebaño, para pastorearla convenientemente y utilizarrla para otros fines inconfesables. Lo que verdaderamente pasa es que so color o cortina de humo, dichos supuestos fines son meramente un medio para la manipulación grosera.
ResponderEliminarHay que estar atentos a lo que viene...