Es marrullero, tramposo, chulesco, mentiroso. Convierte todas las conversaciones en las que interviene en situaciones malrolleras que no apetece seguir viendo. Difunde bulos que no ha contrastado. Desciende al plano personal para insultar y descalificar a todos los demás periodistas con los que discute. Embrolla los asuntos, cambia de tema con una desfachatez pasmosa siempre que se ve acorralado, le importa medio pito cuál haya sido la pregunta que le ha dirigido el presentador. Tiene modos de matón, de tipo faltón y desagradable, es muy torpe argumentando y parece estar únicamente interesado en su promoción personal dentro de la televisión basura cada vez que habla, sea sobre Francisco Franco, Pedro Sánchez o la inmigración. Ofende a la inteligencia de la audiencia. Pésimo compañero. Auténticamente maleducado. De risotada macarra fácil y agresiva. No muestra la menor consideración hacia el trabajo de los redactores y los guionistas de los programas en los que participa. Interrumpe chillando las intervenciones de todos los demás contertulios y después se indigna si es interrumpido por alguno de ellos. No sabe perder. No sabe ganar. No sabe empatar. Amarillista. Demagogo. Victimista. Sensacionalista. Exagera. Tergiversa. Distorsiona. Lleva demasiados años sin destapar una exclusiva de mediana importancia. No aporta absolutamente nada a ninguno de los debates en los que participa. Desagrada por igual a los espectadores de izquierdas y de derechas. Es previsible, facilón, chusco, muy pero que muy ridículo. En cada programa protagoniza dos o tres momentos de auténtica vergüenza ajena para cualquier persona que ame los debates televisivos. Su presencia es el motivo principal por el que muchos espectadores deciden no ver las tertulias en donde aparece.
¿Alguien puede darme un motivo digno, sólo uno, que tenga que ver con el periodismo, para que Eduardo Inda siga apareciendo en “La sexta noche”?
6 comentarios:
¿Será porque la sexta es del grupo Planeta, igual que La Razón?
Igual ye porque "Inda ya ceo", pero por decir algo porque no se quien ye
Que tenga que ver con el buen periodismo, nigún motivo para mantenerle.
Pero si todos sabemos lo que hace, cadenas de televisión incluidas, y sigue trabajando en ellas, será porque hace lo que se supone que tiene que hacer, destruir la más mínima posibilibidad de debate, al tiempo que confunde difundiendo mentiras interesadas.
Que es el espejo de una importante parte de la población y sin el perderían representación ¿no?
Será por vuestro bien, para equilibrar los mismos defectos en los tertulianos izquierdosos que muchos apreciamos que, en ese programas, en su mayoría, son tendenciosos, marrulleros, tramposos, chulescos, mentirosos, que difunden bulos que no han contrastado, que descienden al plano personal para insultar y descalificar a los que no tienen ideología cerrilmente izquierdosa, etc. , etc. etc.
El problema de Inda va más allá de la ideología (que dudo que tenga muy clara, más allá del mismísimo "¡Muera la inteligencia!")... De hecho, su colega de asiento Paco Marhuenda que a muchos nos puede parecer caricaturesco por sus ideas, podrá ser acusado de victimista o incluso de perdonavidas en ocasiones, pero nunca ofende... Inda es, simplemente, un mal bicho (no me atrevo, sin pruebas psicobiológicas concretas, a llamarlo persona) y funciona precisamente porque las tertulias y programas en los que participa no se plantean como verdaderos debates políticos, sino como un burdo híbrido de "talk show" y "reality (presuntamnente) periodístico" que necesita forzosamente la figura de quien es un "mal bicho" (que pueden idolatrar unos pocos matones intelectuales y denostar la mayoría, pero siempre agarrándose a una muestra de "lo malo", "lo que no se debe hacer" que puede hasta producir un morboso deleite -no es este mi caso, que no suelo ver esas tertulias, pero cuando, como "homo zapping" caigo en ellas, su sola presencia basta para que huya-). En cualquier caso, hay el riesgo efectivo de que las "huidas ante Inda" sean muchas más que los "enganches", pero supongo que la empresa juega con eso dentro de un balance global, considerando que una buena parte de los abandonos acabarán en Antena 3, con lo que todo quedará en casa, por un lado, y, por otro, seguirá quedando muy claro quién es el amo del cotarro (no vaya a ser que productos como "El Intermedio" (ya difícilmente frenables en su consolidación) lo pretendan poner en duda.
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