Que Gol (un canal en abierto de deportes) dedique las mañanas veraniegas a la teletienda, con esas insoportables demostraciones de productos que luego Homer Simpson comprará por teléfono, es tan incomprensible como si Trece (una cadena televisiva que pretende difundir los valores y credo de la iglesia católica) dedicara su programación matinal a la divulgación científica. Gol nos confunde cuando vende utensilios de cocina por la mañana en vez de repeticiones de partidos de fútbol, pero Trece quiere ser consecuente cuando vende la reposición de la última cena en la Santa Misa en vez de capítulos de la serie “Cosmos”. Sin embargo, la Santa Misa que retransmite Trece necesita unos retoques. Ya sabemos que la iglesia católica lleva dos mil años ofreciendo un producto que funciona, pero en la retransmisión de la Santa Misa del pasado miércoles el sacerdote dio la bienvenida a los espectadores de Trece después de una introducción en la que hizo un resumen de la vida de santo Domingo de Guzmán, cito a la herejía albigense y aludió a san Francisco de Asís. Uf. Los pocos fieles que asistían en directo a la Santa Misa prestaban más atención a sus abanicos que a los datos sobre la vida de santo Domingo de Guzmán, y me temo que los espectadores de Trece estaban pensando más en los problemas de salud de María Teresa Campos que en el fundador de la orden dominicana. No es eso, no es eso.
La iglesia católica lleva décadas desatendiendo la formación doctrinal de sus fieles y despreciando (a veces olvidando) su propia historia, de manera que comenzar la retransmisión de la Santa Misa hablando de un santo que fundó una orden mendicante nacida en el contexto de la cruzada emprendida por la iglesia en el siglo XIII contra los cátaros es loable, pero condenado a fracasar ante el poder de un abanico en un templo caluroso o los problemas de salud de una famosa presentadora de televisión. La iglesia católica debe empezar por formar e informar a sus fieles en las iglesias, no en la escuela pública, y a partir de ahí explicar qué pasó con los cátaros, por qué nació la Inquisición y por qué el Bernardo Gui de “El nombre de la rosa” era tan dominico como Tomás de Torquemada. Mientras tanto, sería mejor que Trece emitirá programas de teletienda y Gol retransmitiera la Santa Misa.
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