Telecinco dice que “GH VIP”
empezará en septiembre. Es mentira, ya empezó. Lo hizo con las promociones,
pistas, anuncios, declaraciones, desmentidos, dimes y diretes sobre la lista de
participantes. Que el nombre del espacio aún no salga en la parrilla de la
programación del día es lo de menos.
“GH” nació como era una forma de
ocupar largas noches de programación. Creció arrasando toda la programación de
una cadena. Hoy ha mutado y se ha diversificado tanto que es una mancha
escurridiza y pegajosa que lo invade y lo envuelve todo. Todos los programas
del día. Todos los días de la semana. Todas las semanas de Telecinco. Todas las
cadenas de Mediaset. De mil formas. Un par de ejemplos de estos días: cuando Chabelita amenaza indignada con
demandar a “Sálvame” por mostrar una foto suya con un miembro de La Manada, lo
que hace es calentar motores para participar en “GH VIP”. Cuando Alessandro Lecquio se chulea diciendo
en “El programa del verano” que nunca participará en “GH VIP” ya está
participando en “GH VIP”. Los prolegómenos y trifulcas previas al ingreso o no en
el concurso —cuando aún no nació oficialmente— son tan importantes como las
alianzas y guerras que dan paso a las expulsiones o no del concurso ya en
marcha.
Pero, esta semana, la gran
aportación de esta telebasura al mundo audiovisual fue la llamada telefónica en
directo a “Sálvame” de un exconcursante de la ganadería de “GH VIP”. Carlos Lozano estaba enfadadísimo
porque le acusaban de estar con una mujer con la que engañaba a la mujer con la
que había engañado a su mujer. Algo así. Su llamada consiguió hacer una gran bola
tan vacía, montar una trifulca tan tonta, armar un guirigay tan ridículo que
mereció que le pagaran tanto como la recua que se había tomado la molestia de
maquillarse y salir al plató. Así que tenemos nueva categoría laboral. Hay quien,
para no tener que trabajar, trabaja en la tele. Lo suyo es el “teletrabajo”. Y
hay quien, para no tener que trabajar ni tener que trabajar yendo a la tele, trabaja
por teléfono. Prefiere el “teleteletrabajo”. Lozano no es un caradura: es un
adelantado, un visionario, un pionero.
Estoy de acuerdo. En telecinco hay algunos visionarios pero no se si se ayudan con alguna "sustancia" para sus visiones o si las producen a palo seco.
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