Disfrutar de la televisión
veraniega es fácil si sabes cómo. Por eso vamos a hablar de las dos maneras
fundamentales que hay para pasárselo pipa durante el verano televisivo. No hace
falta romperse mucho la cabeza. Es la propia tele quien nos las enseña, así que
no puede ser tan complicado. Verán qué fácil.
La primera manera de disfrutar de
la tele veraniega es poner un sustituto. Los de la tele lo hacen, en cuanto llega
el verano pillan quién les reemplace, a ver por qué no íbamos a poder hacerlo
nosotros. Además, como está visto que de sustituto vale cualquiera, no hace
falta que sea nadie en especial, vale el primero que pilles. Ellos buscan a
alguien que se ponga en su sitio ante las cámaras, nosotros buscamos a alguien
que se ponga en nuestro sitio frente al televisor. Y que aguante el tirón hasta
la vuelta. Como es posible que nadie acepte semejante marrón, puede ponerse de
sustituto un muñequín, un espantapájaros o una pelota con ojos. Qué más da, es
solo por rellenar el hueco hasta que vuelvas. Como en la tele.
La segunda manera de disfrutar de
la tele veraniega es terminar la temporada televisiva cuando ves que la cosa ya
no da para más. Se hace así: un buen día anuncias que es la última entrega de
la temporada y desapareces. Durante tu ausencia debes decir que estás
renegociando el contrato, haciendo algunos cambios importantes o preparando una
siguiente temporada repleta de retos. Queda muy elegante. Cuando vuelvas,
anuncia que abres una nueva temporada muy ilusionante que contará con grandes
novedades. Pero tú sigue viendo la tele exactamente igual y haciendo las mismas
cosas de siempre. Como hacen ellos.
Pero para disfrutar de la tele
veraniega es importante no sentirse mal por abandonar a quien tanto nos
acompaña durante los largos meses de invierno, batamanta y palomitas. Evitaremos
los remordimientos simplemente recordando uno de los últimos momentos del
verano televisivo. Leticia Sabater
el pasado “Sábado Deluxe”: “Me ha entrado
una cagalera que he dejado el váter de Telecinco fino”.
Badredelaborherboso ¿eso ye cierto?, fina pa un regalu.
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