A los trabajadores de “Audiencia
abierta” (domingos, en La 1) les tienen que pagar más. La abnegada labor de
propaganda que hacen de esta monarquía depredadora que tenemos merece un
reconocimiento que vaya más allá de que un día los pongan en fila y les den la
mano en una recepción, o de que en Navidad les manden una felicitación con una
de esas estampitas de la Familia real tan irreal que photoshopean para las ocasiones.
Lo que hace falta es que se agradezca su entrega de una forma menos simbólica y
más material. Más allá de la vocación o la realización personal en el trabajo,
a fin de mes no hay más leña que la que arde.
Sí, hay que ahorrar, pero seamos
justos. Desde que, hace seis años, TVE encargara a un grupo de currantes que
cantara las glorias de la monarquía en un magacín semanal disfrazado de
informativo serio han pasado muchas cosas y muy feas. Y, peor aun, siguen
pasando. El equipo del programa se lo curra para que todos salgan tan guapos,
tan institucionales, tan en su lugar, que dé gusto mantenerlos, pero no hay
manera, no ganan para sustos. Ahora salen a relucir las grabaciones de Corinna diciendo cosas muy feas del rey
Juan Carlos. Tan feas que, sumadas a
las anteriores, lo relegan al segundo puesto en el ranking de los mejores reyes
que tenemos hoy, una desgracia solo equiparable a la que sufre Benedicto XVI en la clasificación de
los mejores papas del presente.
Seguro que esta semana el equipo
ya tenía el programa casi hecho cuando empezaron a salir las grabaciones. Ahí
ves a los pobres reuniéndose de urgencia a ver qué se hace. Como esconderlo es
peor, tuvieron que rehacer la escaleta para sepultar la mala noticia donde no
se viera mucho. Y hacer de tripas corazón llamando a Corinna “amiga entrañable” del rey. ¡Ah,
pícaruelos, con lo cerca que están las entrañas de aquello que los clásicos
llamaban “bajo vientre”!
Pues eso, una subida de sueldo,
una paga extraordinaria, un complemento de productividad, unas dietas, algo que
compense tanta tensión y tanto marrón que se tienen que comer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario