Enhorabuena, es usted un experto.
Es experto en expertos en liderazgo empresarial y político. ¿Mola, eh? ¡Es experto
en expertos, experto de segundo grado, metaexperto! Hable con afectación, alce
la barbilla, dese importancia. Y ya está. Ahora, a esperar que le llamen de la
tele para exhibir su desbordante expertez.
Euprepio Padula lo hizo y le va bien. Encargó tarjetas de visita de
“Experto en liderazgo empresarial y político” y a veces le llaman de “Espejo
público”. Allí larga una mezcla de afirmaciones gratuitas y obviedades
sonrojantes con aire doctoral. Luego dará cursillos, supongo. Lo último fue
analizar la comparecencia de Cristina
Cifuentes cuando dimitió.
“Esta cara es la cara de la ira, de la rabia, es el momento en el cual
en un cierto sentido Cifuentes nos está diciendo: ‘lo han conseguido. He
luchado 35 días para que realmente pudiera ganar este pulso a mis enemigos políticos’.
Y con esta imagen, con este gesto —especialmente mira la frente, los labios—
realmente la vemos desencajada, triste, derrotada”. Solo dice lo que todos
sabemos, pero atribuyéndolo al vestido, la cara o los gestos.
“El color blanco no fue casual. ¿Qué quería decir? Es blanco virginal en
el cual yo veo dos significados diferentes. Por un lado, demostración de
transparencia, de limpieza, querer decir ‘yo no tengo culpas’. Pero tengo otra
lectura. La realidad en la cultura budista: el blanco es el color de los
funerales, quiere decir: ‘yo llego sin tener nada, y me voy sin tener nada’,
por tanto, el blanco claramente es como un adiós, una despedida, en este caso
una despedida muy triste”. Como los astrólogos, predice el pasado con
exactitud pasmosa.