A ver si lo he entendido, señora jueza: no se puede hacer ninguna broma sobre nadie en un medio público. Ninguna caricatura, ningún fotomontaje, ninguna imitación, ningún chiste ni burla en donde aparezca alguien con nombre y apellidos. Y la multa con la que se penaliza este delito es la cuarta parte de la que se impone como parte de la penalización de un homicidio imprudente. ¿Es eso?
La sentencia de esta semana que ha condenado a la revista Mongolia a pagar 40.000 lereles al siniestro Ortega Cano por un cartel de una candidez casi nívea no sólo ha puesto a dicha publicación al borde del cierre. También ha puesto al borde del cierre al noventa y nueve por ciento del humor en el planeta Tierra, o, al menos, en la parte del planeta Tierra en donde lamentablemente algunos jueces tienen jurisdicción. Se acabaron las increíbles cortinillas de “El intermedio”, se acabó la difusión de cualquier meme en el que se haga un fotomontaje, se acabaron la práctica totalidad de las bromas de “Zapeando” -suponemos que el humor verbal tiene la misma consideración penal que el humor gráfico-. “Ilustres ignorantes”, “La resistencia”, “Late Motiv”, “Loco mundo”, 40.000 pavos cada vez que citéis un nombre propio. El propio “Informe Mongolia” de “Al rojo vivo” estará penado a diario, esta vez con el agravante de reincidencia. “¿Qué necesidad hay de burlarse de la gente para hacer humor?”, preguntó la jueza, demostrando un conocimiento sobre esta materia semejante al que se demostraría al preguntar a un equipo de fútbol “¿Qué necesidad hay de pegar patadas al balón para jugar al fútbol?”.
Tras la condena por el cartel de Ortega Cano, quedan oficialmente declarados ilegales todos los programas de humor salvo “Humor amarillo”, aquel espacio de caídas, tortazos y resbalones. La magistrada y el chino Cudeiro comparten sentido del humor y, a la vista de sus actos, nivelazo intelectual. ¿Qué necesidad hay de hacer humor de Mongolia cuando se puede hacer humor de la China?
¡¡Bravo!!
ResponderEliminar"La magistrada y el chino Cudeiro comparten sentido del humor y, a la vista de sus actos, nivelazo intelectual"
ResponderEliminarPara enmarcar; te sigo hace mucho y me encanta tu blog, pero hoy lo has bordado. Esa frase es un resumen perfecto de lo que pasa con la ¿justicia? en este país, al menos en estos temas relativos al humor, la sátira o la crítica política y social: hay mucho gilipollas que se ofende muy fácilmente y más gilipollas que admiten a trámite estas cuestiones.