Nos gusta cuando paráis porque
estáis más presentes, y no estando en la tele, vuestra voz más nos toca. Hoy no
hablamos de cadenas ni de programas, hablamos de personas. Hablamos del 8 de
marzo: de lo que fue la tele que no fue, de cuánto puede moverse algo cuando todo
se para, de lo que las ausencias muestran, de lo útiles que son los silencios
para que oigan incluso quienes no quieren escuchar.
Parece que los ojos se nos
hubieran volado, y parece que Atenea os abriera la boca. “La mañana de La 1” sin María Casado, “Saber vivir” sin Macarena Berlín, “Amigas y conocidas” sin Inés Ballester. Una TVE que evidencia que es de todos pero también
de todas porque es una TVE sin presentadoras y además sin técnicas de sonido, sin
camarógrafas, sin editoras, sin mezcladoras, sin documentalistas, sin productoras,
sin redactoras; una TVE sin “La mañana de La 1” , sin “Saber vivir”, sin “Amigas y
conocidas”, y sin “España directo” y sin “Aquí la Tierra”. Susanna Griso y las mujeres de su equipo junto a millones de
mujeres en la calle mientras Albert
Castillón presenta “Espejo público” para contarlo desde el plató. Pelayo Díaz en lugar de Carlota Corredera en “Cámbiame”, Hilario Pino en lugar de Helena Resano, y José Yélamo en lugar de Cristina
Saavedra en “laSexta noticias”, Roberto
Arce en lugar de Carme Chaparro
en “Noticias Cuatro”, Iñaki López en
lugar de Mamen Mendizábal en “Más
vale tarde”. Wyoming sin Sandra Sabatés y sin maquillaje ni
peluquería ni autocue ni grafismos ni iluminación. Mara Torres y Pilar García
Muñiz aclarando que están en directo por unos servicios mínimos que les
comunicaron el día anterior. Ana Rosa
Quintana sumándose a última hora a la ola para no verse arrastrada, pero
sumándose con todas las consecuencias, y dejando a Telecinco sin “El programa
de Ana Rosa”. Series como “Cuéntame cómo pasó”, “Las chicas del cable”, “Amar
es para siempre”, “El secreto de Puente Viejo”, “Cuerpo de élite” o “Allí abajo”
con los rodajes parados. Canal Sur entero que deja de emitir y se va a negro. “No quiero ni machismo ni feminismo porque
no me gustan las polaridades”, desentona una voz de “La Voz”.
¿Qué hace aquí esta programación
patas arriba? Me compré televisor, ¿para qué? Estas cosas me irritan, no me
gustan. ¿Dónde se habrá metido esta mujer?
Será por falta de fotos de las manifestaciones que tenías que poner una en la que salen haciendo un símbolo transfobo.
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