16/2/18

LA TELEVISIÓN ES RADIOACTIVA


El que la hace, la paga; al pozo con él; no la hagas, no la temas; ojo por ojo; ahí te pudras. Por supuesto, la prisión permanente revisable es mucho más civilizada porque un cuarto de siglo después de echar la llave te asomas al pozo a ver cómo van las cosas, y eso lava la conciencia. Así puedes racionalizar y justificar lo que te dictan las tripas, evitando la molestia de tener que regodearte en tu propia crapulencia, que diría el Sr. Burns.

¿Cómo que no se debe legislar en caliente? Lo que no puede hacerse es legislar de otro modo que no sea en caliente. No se puede hacer y además es imposible porque la televisión es radioactiva. Y aquí llega el cuento de hoy.

Ni hace tanto ni tan lejos, el hijo de un reverendo intentaba explicar el origen de las especies sin recurrir a Dios. Para ello lanzó la hipótesis de la Selección Natural, un divertido mecanismo ciego en el que los seres vivos, una vez muertos, tenían serias dificultades para reproducirse lanzando sus semillitas al mundo. Eran los cambios en las semillitas de quienes sí se reproducían quienes daban lugar, tras muchas generaciones, a nuevas especies. Pero Charles Darwin, que así se llamaba aquel señor tan mono, tuvo que enfrentarse a muchos problemas. Por ejemplo, la Tierra debería ser muy, muy antigua para que diera tiempo a formarse tanta especie tan diferente tan poquito a poco, pero el gran físico Lord Kelvin demostró que, según la velocidad de enfriamiento de la Tierra, esta no era tan antigua. Fue después, al corregirse los datos añadiendo el calor generado por la recién descubierta radioactividad, cuando se entendió por qué la Tierra, aun siendo muy viejita, no estaba congelada. Así Darwin se salió con la suya, pero no dijo nada porque ya estaba muerto. ¿Te gustó el cuentito?

Podría legislarse en frío si los crímenes enfriaran. Pero hemos descubierto una nueva fuente de calor que lo impide: la tele. No daremos nombres de criminales, de víctimas ni de los carroñeros televisivos que atizan el fuego para que los casos no enfríen. Todos los conocemos y son la causa de que la televisión sea radioactiva.

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