31/12/18

"ROMA" CONTRA "BANDERSNATCH"

Diciembre de 2018 ha sido el mes más importante de la historia de la televisión durante las últimas décadas. No exagero. Ha sido durante estas semanas cuando han aparecido dos obras que, por motivos diferentes, incluso opuestos, van a marcar el futuro de este medio durante muchísimos años. En ellas está la clave de los dos caminos que puede tomar la televisión a partir de ahora. Y las dos, y esto no es trivial, han aparecido en la plataforma Netflix: “Roma”, la película de Alfonso Cuarón, y “Bandersnatch”, el nuevo episodio de “Black mirror”.

O arte o tecnología. De “Roma” no cabe más que confirmar las críticas mundiales: a su término uno no duda de que ha visto una de las más importantes películas de la historia. Compleja, rigurosa, sobria, verdadera. Magistral. Chirría que estas críticas estén apareciendo en foros -revistas, páginas web- vinculados al cine, cuando “Roma” es una obra televisiva, nacida en, por y para la televisión. Y de “Bandersnatch” también habrán oído hablar: el primer capítulo interactivo de la historia, en donde la acción va variando según ciertas opciones que se le presentan al espectador a través del mando a distancia. ¿Pero de qué trata? ¿Tiene interés al margen de la novedad técnica que supone? Bueno, eso por ahora es secundario.

La tensión entre aspectos formales y de contenido ha marcado históricamente el desarrollo de todas las artes, pero más el de aquéllas que manejan un material altamente tecnológico. Ocurrió en el cine con la aparición de los efectos digitales, y va a ocurrir más a menudo y de formas conceptualmente más radicales en televisión. Las grandes empresas siempre han sabido fabricar a la vez una marca y su competencia, y es en el interior de Netflix donde se va a producir esta primera batalla entre sensibilidad y técnica. Estaremos atentos, porque, teniendo en cuenta la tendencia al monocultivo que tienen las productoras, es posible que en la suerte comercial que corran “Roma” y “Bandersnatch” nos estemos jugando el propio futuro de la televisión. Feliz Netflix. Feliz 2019 y el resto del futuro.

30/12/18

ROSA PALO


¿Tiene usted su propio criterio respecto a qué regalar a los niños? Pues olvídelo. Supere sus prejuicios, deje de manipular a las pobres criaturas y regáleles lo que ellas quieran. Respete sus deseos, es importante para su maduración como consumidores. Si no son unos bichos raros, le pedirán los regalos que los anuncios dicen que tienen que pedir. No se interponga. A ver si va a hacerlos unos desgraciados que no pueden tener las cosas que los fabricantes y vendedores de esas cosas les han hecho querer.

“MasterChef junior” es un gran programa familiar. Niños y adultos ven juntos a niños jugando a ser adultos y a adultos jugando a ser niños en horario adulto. “MasterChef junior” es también un gran programa navideño. Una TVE sin publicidad supone una anomalía que puede subsanarse mediante generosos patrocinios. Y más en Navidad. En estas fechas con tantos regalos, los niños tienen que querer muchas cosas, tienen que quererlas muy rápido, y tienen que quererlas ya. Alguien debe ocuparse de metérselas todas en la cabeza para que los adultos respeten su decisión. Así los chiquillos aprenden a ser felices durante un instante antes de volver a ser unos desgraciados porque no tienen la siguiente cosa que les hará felices durante otro instante cuando la tengan.

Los niños tienen sueños, los que “MasterChef junior” y sus patrocinadores quieren que tengan. Y en la tele cumplen los que “MasterChef junior” y sus patrocinadores quieren que cumplan. En el último programa, los dos niños eliminados recibieron un móvil y una tableta; la niña, una muñeca. Hubo quejas porque esos regalos no fomentan la igualdad. ¿Igualdad? El programa explicó que los regalos estaban en una lista hecha por los niños con sus padres. De esa lista, los grandes almacenes —que patrocinan y pagan— eligen. Así enseñan a otros niños qué deben querer. La mejor publicidad no se anuncia, pero está. En una caja rosa con adornos rosas la muñeca tenía ropita rosa. Rosa como la ropa de varias niñas concursantes. Rosa como algún adorno de la niña premiada. Ningún niño vestía nada de color rosa. Seguro que también los niños y las niñas lo eligieron así. La cuestión es por qué.

29/12/18

GUATEPEOR


Como cada día en el mercado, el papá se tropezó con la muerte. No se alarmó, estaba habituado a aquel semblante de ojos fríos. Temía más al séquito que la precedía. La miseria, la violencia, la desigualdad y la injusticia le helaron el alma. Como cada día.
—Huiremos de aquí. Buscaremos refugio en ese lugar feliz que nos muestra el televisor, dijo al volver a casa.

Cientos, miles de papás, cansados de sentir cada día el mismo escalofrío en el mercado, tomaron la misma determinación. Pero no disponían de caballos, como los que aquel bondadoso príncipe prestó a su atemorizado jardinero para huir a Ispahán. Ni de un viento mágico como el que el profeta Salomón mandó para llevar a aquel hombre asustado desde su palacio hasta la lejana India. Solo tenían sus pies y su pobreza.
—Iremos caminando. Allá tendremos una nueva vida.

Caminaron hacia el norte. Cientos, miles de pies grandes y pequeños formaron largas caravanas que iban hacia el mayor mercado del mundo. Lo habían visto en la tele y en él no tendrían que sufrir los desagradables encuentros que a diario tenían en el mercado de su tierra. Cada paso grande, pero también cada pasito pequeño, los llevaba un poco más lejos. Y cada frontera superada, cada Estado recorrido, los dejaba un poco más cerca.

Después de brincar la última frontera quedó atrás lo más difícil. Al fin bajo la custodia de la policía fronteriza y de las autoridades migratorias de los Estados Unidos, estaban en buenas manos. Habían logrado finalizar su periplo de miles de kilómetros. Pero el lugar no era como en la tele. La miseria, la violencia, la desigualdad y la injusticia estaban allí, sentadas, esperándoles. Dos niños nicaragüenses vieron, además, cómo la muerte los había ido a recoger. Y aquel semblante de ojos fríos se los llevó, esta vez a grandes pasos de siete leguas, de nuevo a Guatemala. Ni siquiera puso cara de sorpresa al verlos allí, tan lejos de sus casitas.

28/12/18

REPROCHE DE PAZ, REPROCHE DE AMOR



Motivo 814 para odiar la Navidad: la publicidad se vuelve moralista.

¿"Publicidad" y "moral" en una misma frase? Las empresas utilizan diferentes métodos para conseguir que compremos sus productos en función del mes del año en el que se anuncian. En marzo o en septiembre, Ikea o Media Markt intentan hacernos reír cuando pretenden que gastemos dinero en sus establecimientos, pero en diciembre intentan hacernos llorar. ¿Por qué? No lo sé, habría que preguntárselo a los que inventaron la Navidad actual, que ¡oh, feliz coincidencia! son ellos mismos. Pero no falla: en verano nos hacen la pelota contándonos lo felices que vamos a estar en el Caribe, mientras que al comienzo del invierno nos riñen porque hay un montón de gatetes abandonados o nos estamos cargando el planeta. En los dos casos, las mismas empresas; en los dos casos, el mismo disimulo de sus verdaderas intenciones.

Porque dígame usted el vínculo que puede existir entre la estantería Storsjö y el abuso que hacemos del móvil en detrimento de nuestra familia. Ya me explicarán qué tiene que ver una lavadora con función ECO TIME con no atender a tu hijo cuando está enfermo. Conviene recordar que la publicidad nunca es un fin en sí misma, sino un medio para alcanzar el único fin que importa: hacer que la empresa gane al menos un céntimo, pero preferiblemente mil millones de euros. Y cuando te dicen que no visitas lo bastante a tu abuela, lo único que pretenden es aumentar una milésima la probabilidad de que tú o tu abuela compréis en sus tiendas; esa campaña es el resultado de un frío estudio de mercado y de una estimación de impacto sobre el consumidor.

Tranquilos, dentro de diez días volveremos a ser gente guay y divertida. Tras las reprimendas que nos han soltado estas navidades, Ikea volverá a animarnos a construir la república independiente de nuestra casa y Media Markt volverá a mostrarnos a su consumidor prototípico diciendo “yo no soy tonto”. No, no somos tontos, hasta que dentro de doce meses vuelvan a reñirnos por Navidad.

27/12/18

CUENTO DE TELENAVIDAD

Por fin había encontrado una cadena sin un solo elemento relacionado con la Navidad: Herramientas TV, un canal temático de ferretería que iba a ser mi tabla de salvación durante estas fiestas. Disfrutaba como un loco de “La llave Allen en la República Democrática de Alemania” cuando me vi arrebatado de mi sillón por el Fantasma de la Televisión Navideña del Pasado. De pronto, me encontré en un extraño mundo lleno de refritos, galas de “Inocente, inocente”, “Telepasión”, Raphael, Rosana. Miraras a donde miraras veías “Love actually”.

De vuelta a casa intenté olvidar este horror y volver a centrarme en las ventas de llaves Allen en Turingia, pero de nuevo fui abducido, esta vez por el Fantasma de la Televisión Navideña del Presente. El panorama coincidía con el anterior. Las tomas falsas del año, “Love actually”, “Telepasión”, Rosana. Anne Igartiburu dando las campanadas. Una discusión se entabló entre el fantasma del presente y el fantasma del pasado. “Pero bueno, si ‘Inocente, inocente’ se emite este año, es mío”, “de eso nada, es de la televisión del pasado”, “¡es del presente, gilipollas! ¡Y ‘Love actually’!”, “por mí como si te metes por el orto ese truño”. Los dos pasaban mucho de mí, así que no me fue difícil escabullirme y regresar al mundo real.

Pero faltaba, claro, el Fantasma de la Televisión Navideña del Futuro. Les ahorro la descripción detallada, pero permítanme algunas pinceladas: Raphael, publicidad moralista, Rosana, el vestido de Cristina Pedroche, “Telepasión”. El fantasma del futuro terció en la bronca que se traían el fantasma del pasado y el del presente, ya que también reclamaba que “Love actually” le correspondía a él. Cuando comenzaron a darse de hostias los tres reivindicando para sí a Anne Igartiburu entendí que mi pesadilla antes de Navidad había terminado y me bastó con cerrar los ojos para volver a mi whisky, mi sillón y mi Herramientas TV. ¿Sabían ustedes que durante la década de los 70 Turingia produjo tantas llaves Allen como el resto de la CEE? Flipo.

26/12/18

CÓMO NO SUSPENDER QUÍMICA


Así como la física, en contra de la definición del astrónomo británico A. S. Eddington, es algo más que lo que contienen los libros de física, podríamos decir que la  filosofía no es exactamente lo que vemos en la serie “Merlí”, las matemáticas son un poquito más complejas que las que descubre el pato Donald en su viaje al país de las matemáticas, la historia tiene más chicha que la que muestra la divertidísima serie “El ministerio del tiempo”, la paleontología no se reduce a la obsesión por los dinosaurios de Ross Geller en “Friends”, la historia de la música no limita al norte, sur, este y oeste con “Operación triunfo”, la biología no consiste en un viaje alucinante a lo largo del sistema circulatorio de un ser humano como el que realizan los miniaturizados  protagonistas de la novela de Isaac Asimov inspirada en la película de Richard Fleischer y de la economía ni hablamos porque, la verdad, ya es una rama de la literatura. Pero sí hay una disciplina que podemos definir con absoluta precisión, rigor y sencillez. No es la física, ni la filosofía, ni las matemáticas, ni la historia, ni la paleontología, ni la música, ni la biología, ni la economía. Es la química.

¿Qué es la química? Química es lo que hay entre Humphrey Bogart y Katharine Hepburn en la película “La reina de África” (“Días de cine clásico”, La 2). Química es el cruce de miradas entre Charlie y Rose cuando el capitán del barco alemán les casa antes de que sean colgados por espías (atención, destripe: Charlie y Rose se salvan de la horca en el último momento). Química es el ruido de la “Reina de África”, la destartalada embarcación de Charlie, y la canción que Rose y Charlie cantan antes del “The End”. Química es la barba de Charlie y el pelo despeinado de Rose. Química es el viaje de “La reina de África” entre las aguas turbulentas del río que conduce al lago Victoria, y la lluvia que empapa a Charlie antes de que Rose le permita resguardarse a su lado. Química es todo eso. Así de sencillo. Ya puestos, podemos decir también que la química navideña, esa rama de la química que llena la pantalla del televisor de galas con confeti y de irreales discursos reales, es la maravillosa, conmovedora y absolutamente emocionante secuencia final de la película “¡Qué bello es vivir!”. ¿Quién puede suspender química después de reír con Rose y Charlie  y llorar con George Bayley?

24/12/18

CAKE MINUESA VA PROVOCANDO


Ya nos colaron la tontería esa de que la tecnología no es ni buena ni mala, sino que depende de cómo se use. Una pamplina que presenta como neutras, y por tanto iguales, cámaras de gas, vacunas, bombas atómicas e incubadoras para recién nacidos.
—Es que una bomba puede usarse de pisapapeles y una incubadora como arma arrojadiza contra ancianitas.
—Yaaa. Claro que sííí. Pero eso es porque esos objetos dejan de ser lo que son al convertirlos en otra cosa: pisapapeles, que son bueeenos; y armas contra ancianitas, que son maaaalas.

Ahora toca que nos creamos que agresiones, abusos, ataques a la libertad de expresión, y pasividad policial ante los delitos no son malos ni buenos, sino que depende de quién los haga y quién los sufra. Habrá que repetir mucho tamaña idiotez para que nos la traguemos, así que hay quien ya está en ello. Pasa con la agresión sufrida el pasado viernes por el reportero de Intereconomía Cake Minuesa cuando informaba sobre los CDR en Cataluña. Una situación de hostigamiento general hacia él y, sobre todo, su operador de cámara, a quien Minuesa trataba de proteger interponiéndose, que acabó con él tumbado de un puñetazo en la cara y la poli ignorándole.

Los hay tan manipuladores como Beatriz Talegón, tertuliana de TV3, que le acusa de hacer un montaje. Lo que se contradice con el ciudadano allí presente que le acusó de lo contrario: “Tú ibas provocando”. ¿Provocando? Pues bien, eso es la libertad. Quien quiera tiene derecho a provocar lo que le dé la gana, incluyendo hacer periodismo de derechas, salir de noche sin acompañante y llevar minifalda sin que por eso los agresores sean menos agresores, ni los cerdos violadores asquerosos sean menos cerdos, menos violadores y menos asquerosos.

Lo mejor es ver a la policía municipal responsabilizándole de la agresión.
—Va a una manifestación que es contraria a usted, a su política. Se ha metido sin avisar a nadie.
–Claro, me he metido con la prensa.
—¿Nos ha requerido que le acompañemos? No nos ha dicho ni que bajaba, con lo cual usted asume el riesgo.
—Bueno, pues ¿me pueden acompañar? Quiero hacer mi trabajo, ¿me pueden acompañar?
No le acompañaron, claro, pero es porque iba provocando.

23/12/18

"¡NAAAAAAAADA!"


En una realidad paralela, en uno de esos mundos coherentes y complementarios que crea José Luis Cuerda, el sorteo de la lotería se celebra al revés. En vez de extraerse del bombo los números premiados, se extraen los números sin premio; el niño de San Ildefonso de la derecha canta dicho número, y el niño de San Ildefonso de la izquierda grita “¡naaaaaaaada!”. Finalmente, las bolas que quedan en el bombo son las agraciadas. Claro, como hay diez mil veces más números no premiados que premiados, el sorteo se alarga considerablemente, y, en vez de cuatro horas, viene a durar unos cuatro años y medio. Cuando todavía se va por el primer tercio de un año ha de comenzar el sorteo del año siguiente. Con frecuencia, a los niños de San Ildefonso les cambia la voz en mitad de un alambre, y han de ser reemplazados a toda prisa por el Presidente de Mesa con gran azoramiento de todos los presentes.

Y los informativos televisivos siguen la misma lógica. En vez de centrarse en los jugadores agraciados, dedican el mismo tiempo a todas y cada una de las personas que tiraron su dinero comprando décimos y participaciones que no fueron premiados. Les entrevistan cuando salen del trabajo, delante de administraciones de lotería en donde grandes carteles anuncian “Ningún premio de la lotería vendido aquí”. Tienen el semblante muy serio. Responden con monosílabos. Los más locuaces se muestran encantados de que los perdedores estén muy repartidos por toda España. Son unos cuarenta y cinco millones. Cada telediario viene a durar unos quince meses ininterrumpidos, por lo que en esta realidad paralela no hay tiempo para hablar de Trump, ni del anisakis, ni de periodistas a los que tumban de un puñetazo en la cara mientras hacen su trabajo. De hecho, como cada informativo dura más de un año, los retrasos se van acumulando y, por ejemplo, en Televisión Española se está emitiendo en la actualidad todavía el telediario que habla del sorteo de la lotería de navidad de 2006.

22/12/18

OFENDIDITOS Y METAOFENDIDITOS



Ya teníamos nuestra ración diaria de ofendiditos, pero ahora, gracias al anuncio de Campofrío, tenemos también una dosis navideña de metaofendiditos. Si el ofendidito nivel 1 es herido por las bromas que se refieren a grupos a los que él pertenece, el ofendidito nivel 2 o metaofendidito es herido por las bromas y los chistes que se refieren a los ofendiditos nivel 1, y han aparecido como boletus tras el spot de la susodicha empresa charcutera. El carácter cárnico de Campofrío permite a los veganos pertenecer simultáneamente a los ofendiditos y a los metaofendiditos, lo cual constituye una anomalía lógica que hubiera fascinado a Bertrand Russell.

Los individuos de hoy en día pasamos la mitad de nuestro tiempo pidiendo perdón y la otra mitad exigiendo que nos lo pidan. La ofensa sufrida es la nueva moneda de cambio, la unidad básica de las relaciones, una fuente de capital social semejante a la que suponen el atractivo físico, la jerarquía o esas prácticas supuestamente sofisticadas y pseudorreligiosas que llamamos “cultura”. Así como hay avariciosos de su belleza corporal, sus puestos de poder o su distinción cultural, otros han optado por invertir en el floreciente sector de la ofensa sufrida. Al fin y al cabo, a la hora de jugar en el monopoly de las relaciones humanas, cada uno se enriquece con lo que le queda más a mano, y a alguna gente le va como un guante la máxima de Daniele Giglioli según la cual “la víctima es el héroe de nuestro tiempo”. Nunca fue tan fácil ser un héroe.

Todas las sociedades, todas sin excepción, tienen tabúes, mentiras esenciales necesarias para que no salte todo por los aires. Y lo que más define al tabú es la prohibición social de bromear con él, porque el humor pone al tabú en peligro. Nunca, nunca jamás, el motivo real por el que no se puede hacer humor con el tabú es el que los ofendiditos proclaman. Y nunca, nunca jamás, esa prohibición tiene éxito. Totem y tabú. Verduras y jamón. Ignatius y Leticia Dolera. Que nada ni nadie nos quite nuestra manera de perpetuar la estructura social.

21/12/18

OPERACIÓN TRIUNFO FRACASO TRIUNFO


Se acabó “Operación Triunfo 2018”. Qué pena. No por el concurso, claro. A quien le guste, que esté tranquilo: dejarán descansar mucho o poco este formato de los huevos de oro, pero no dejarán morir así como así. “OT” volverá y tendremos “OT loquecorresponda” hasta el hastío. La pena es por los concursantes de esta edición, que se van sabiendo que ya, para el resto de sus días, siempre serán, hagan lo que hagan, y vayan donde vayan, exconcursantes de “OT”. Tan jovencitos y ya saben que el resto de sus días, y por siempre jamás, serán lo que fueron y no lo que son. ¿Puede haber algo peor? Sí: no ser ni eso.

En esta edición, visitó la academia de “OT” Mario Jefferson un viejo concursante de la edición de 2011. La que no tuvo audiencia. La que fracasó. La que fue cancelada y mandó a sus ilusionados participantes y sus ilusiones a freír churros. Los números no cuadraban y el negocio es lo primero. O sea, que no fuercen la memoria: no se acuerdan de él. Jefferson se quedó tan huérfano de “OT” que es, más que exconcursante, expósito. Fue muy didáctico: “Imaginad que de repente os reúnen y os dicen que se cancela el programa”. Y muy claro: “¿No me podéis repescar, que mi edición solo duró cinco semanas?”.

Gestmusic, la productora de “OT” prepara un programa similar, pero para cantantes veteranos. ¿Suena mal, a vieja gloria, a derrota? De eso nada. Pablo Alborán, por ejemplo, participaría encantado. En su visita de anteayer a la academia de “OT” pidió un “OT VIP” para cantantes con carreras ya asentadas como la suya: “Quiero venir a que me den clases a mí también, no es broma”. “Me lo anoto”, respondió Noemí Galera. Pero pondrá su solicitud en el montón de las denegadas. No conseguirá esta superultrapromoción gratuita porque en el futuro “OT VIP” buscarán viejas glorias que intenten recuperar fama y carrera. Alborán no sirve porque necesitan la épica de quien busca el triunfo tras fracasar tras el triunfo. Una especie de “OTFT”. ¿Y quien gane, qué? ¿Le mandan a “Eurovisión senior”? De eso nada. Deberían darle el mejor premio que puede recibir cualquier concursante de “OT”: quedarse a vivir en “OT” para siempre. Afuera hace mucho frío.

20/12/18

LA FOCA WYOMING


Necesitamos al Gran Wyoming, a Dani Mateo, a Sandra Sabatés, a los guionistas de “El Intermedio”, al programa entero. Los necesitamos de un modo que va más allá de que te gusten o no, te diviertan o no, te rías con ellos o no. Porque esto va de algo mucho más importante que ver la tele y pasar el rato. Esto va de respirar, de llenar los pulmones, de vivir.

Las focas cazan bajo la capa de hielo polar. Sus inmersiones son largas, pero de cuando en cuando se acercan a un agujero que mantienen abierto en la banquisa helada a tomar aire. Solo necesitan asomar un poco el hocico, pero sin ese pequeño hueco morirían asfixiadas. Por eso deben mantenerlo abierto rascando la banquisa con las fuertes garras de sus aletas delanteras.

Cada dos por tres, “El Intermedio” tiene una denuncia por decir esto y hacer aquello. Alguno pensará que son gajes del oficio, que la denuncia va en el sueldo, pero no es así. Su oficio es informar, entretener y divertir a sus espectadores. Solo eso, y nada menos que eso. Es algo entre ellos y sus seguidores, apenas una cuarentava parte de la población. Pero cuando tienen una denuncia, desbordan ese marco. Su trabajo ya afecta a todos, veamos o no el programa. Con cada denuncia, el hielo trata de cerrarse sobre ellos y asfixiarlos. Ellos pelean para que los respiraderos no se cierren, rascan la banquisa con sus garras y asoman el hocico por los resquicios. Este trabajo va más allá de informar, entretener y divertir. Y nadie se lo paga aunque nos beneficia a todos. Todos los ciudadanos podemos abrir la boca y tomar aire puro en estos respiraderos que mantienen abiertos.

La última denuncia de la Fundación Franco contra “El Intermedio” acaba de ser archivada por la Fiscalía de Madrid. Dice que sus sketches con el muñeco de Franco están amparados por la libertad de expresión. Una vez más, el hielo intentó cerrar el respiradero, pero han logrado mantenerlo abierto. Enhorabuena. No sabemos por cuánto tiempo, pero de momento podemos seguir respirando todos por este pequeño, delicado y maravilloso hueco de aire entre el agua y el cielo. Gracias a todo el equipo.

19/12/18

JUVENAL Y LA DEMOCRACIA


El poeta Juvenal decía que Roma se apoyaba en buena medida en frágiles pilares. Juvenal no se refería a la fragilidad de los pilares morales, políticos, o sociales de la Roma imperial, sino a las casas en las que vivían la mayoría de los romanos: bloques de apartamentos atestados, mal construidos y peor mantenidos que se derrumbaban o ardían con más frecuencia de la que nos hacen suponer las impresionantes ruinas del Foro. La democracia, como las viviendas populares de la antigua Roma, se apoya también en frágiles pilares que pueden derrumbarse o quemarse con más frecuencia de la que nos hacen suponer la solemnidad del Congreso, la separación de poderes y la liturgia electoral. Nada es para siempre. Ni siquiera la libertad de expresión, la ampliación de derechos o la sonrisa de Ana Blanco en el Telediario. El trípode sagrado de Delfos terminó decorando el hipódromo de Constantinopla. ¿Quién nos dice que la democracia no pueda terminar como un decorado de la historia?

La irrupción en la vida pública (es imposible tomar un café en el bar sin que alguien hable de la “invasión” que sufre España) de un partido de extrema necedad (no necesidad) no es un peligro tanto para la democracia como para los demócratas. La fragilidad del gobierno del pueblo no está en los partidos a los que votan los ciudadanos, sino en la respuesta de los ciudadanos a esos votos. Por eso los estupefactos telediarios de las cadenas televisivas, las desbordadas tertulias políticas y las sonámbulas entrevistas a Abascal deberían ser muy críticas no con el regreso de la ultraderecha, sino con la falta de mantenimiento de los frágiles pilares de la democracia. Los ciudadanos tendríamos que comportarnos como el filósofo Karl Popper quería que se comportaran los científicos: se trata de averiguar qué funciona mal en nuestras creencias acerca del mundo, y para eso hay que intentar refutar todas nuestras hipótesis en un ejercicio de masoquismo intelectual o, si se prefiere, racionalismo crítico. Debemos encontrar los defectos de nuestro trípode sagrado de Delfos (en las escuelas es imprescindible una educación para la ciudadanía) para evitar que termine sus días en un hipódromo de Constantinopla. Cuanto más nos empeñemos en criticar los pilares sobre los que hemos construido nuestras vidas, más fuertes serán esos pilares. Falsacionismo en la televisión, en el Congreso y en la escuela. Y en los bares.

18/12/18

MOVISTAR+ CUÁNTICO


La mayoría de las plataformas de televisión de pago -Movistar+, Vodafone, Orange- incorporan un sistema para poder ver la programación emitida por las cadenas durante los últimos siete días. Nunca vamos a estar más cerca de inventar la máquina del tiempo. La televisión crea su propia realidad, y vivimos dentro de ella tanto o más de lo que vivimos dentro de las realidades extratelevisivas. A pesar de que los físicos teóricos llevan décadas asegurando que es imposible construir una máquina que nos permita retroceder en el tiempo, yo ahora tengo en mi casa un artilugio que me permite retroceder veinte minutos si llego a casa veinte minutos después de que haya empezado “Saber y ganar”. También puedo ver “Los desayunos de TVE” a la hora de comer; el reloj de la cocina dice que son las dos de la tarde, pero el reloj de la pantalla dice que son las nueve de la mañana. ¿A quién debo creer? ¿A un cachivache que funciona con unas pilas que llevo años sin cambiar o a los mismísimos servicios informativos de Radiotelevisión Española, en este caso comandados por Xabier Fortes?

De hecho, esta semana no voy a ver ni una sola tertulia política en tiempo real, y me las voy a zampar todas a partir del viernes. Una vez que haya tenido lugar -o no- el Consejo de Ministros -o no- en Barcelona -o no- me meteré en mi máquina del tiempo y retrocederé uno, dos, tres días para viajar al pasado y ver lo que dijeron María Claver, Antonio Maestre, Pablo Montesinos. Nada cambia tanto al pasado como el futuro, y seguro que muchas de las opiniones que hoy martes parecen sensatas se volverán mentecatas dentro de cuatro días. Mi servicio Movistar sólo me permite viajar al pasado, pero no intervenir en él. Es una pena, ya que sería interesantísimo -desde un punto de vista de Física teórica estricta- retroceder, hacer callar a Paco Marhuenda o a Elisa Beni, y comprobar cómo cambia lo sucedido en las calles de Barcelona el viernes. Pero para eso tendría que contratar el paquete Movistar+ Cuántico, y, la verdad, se me va un poco del presupuesto.

17/12/18

VÍDEOS DE SEGUNDA


Alfonso Arús es uno de los personajes televisivos que más ha evolucionado a lo largo de su ya dilatada carrera. Es siempre señal de talento artístico la capacidad de ir cambiando, sin estancarse en un único registro absolutamente agotado que ya no puede dar más de sí, y justamente nuestro presentador de hoy es un buen ejemplo de esta capacidad camaleónica para reinventarse constantemente y mantenerse en permanente movimiento. Ha sido una larga trayectoria la que ha ido desde “Vídeos de primera” hasta el “Arusitys” actual. Aunque ambos programas consisten básicamente en un desfile de imágenes de gente resbalando y cayendo, se aprecia sin embargo una evolución muy amplia entre ambos espacios, y así cabría señalar los siguientes puntos como los grandes núcleos eidético-conceptuales cuya permanente modificación ha estructurado la obra de Alfonso Arús:

- la gente que resbalaba y se caía en “Vídeos de primera” estaba grabada con cámaras de VHS, mientras que la gente que resbala y se cae en “Arusitys” está grabada con teléfonos móviles,

- los coches que aparecían en las imágenes de la gente que resbalaba y se caía en “Vídeos de primera” eran modelos del siglo pasado, mientras que los coches que aparecen en las imágenes de la gente que resbala y se cae en “Arusitys” son modelos actuales,

- en “Vídeos de primera” los espectadores votaban el resbalón y la caída que más les divertían enviando una carta, mientras que ahora en “Arusitys” los espectadores votan el resbalón y la caída que más les divierten a través de Twitter,

- pero, sobre todo, el cambio fundamental que pone de manifiesto la distancia creativa que media entre “Vídeos de primera” y “Arusitys”, demostrando que estamos sin duda ante el David Bowie de la televisión española, es que antes Alfonso Arús tenía pelo cuando presentaba imágenes de gente que resbalaba y se caía, y ahora, veintisiete años después, está calvo.

16/12/18

LO TUYO ES PURO TEATRO


31.600 euros pueden parecer muchos, pero no lo son. Si se trata de llevar una obra de teatro del insigne dramaturgo Jorge Javier Vázquez a tu pueblo, 31.600 euros no es dinero. Y si hay que sumar unos euretes más por los gastos que requiera la propia representación teatral, tampoco pasa nada. Qué va a pasar si estamos hablando de dinero público, y ya sabemos que lo que es de todos no es de nadie.

Así que hace bien el ayuntamiento tinerfeño que se gasta esa calderilla apostando por la obra teatral de maese Vázquez, Fénix de los ingenios redivivo, pluma preclara de la dramaturgia postmoderna, visionario capaz de romper con toda convención escenográfica, cuarta pared o presupuesto municipal que se le ponga por delante. Y más cuando hablamos de un concejo que lleva años a partir un piñón con Telecinco, con “Sálvame” y con toda esa corte de los milagros que besa el suelo que pisa el rey Jorge Javier I. ¿No es esto aprovechar sinergias o algo así? Y si no, da igual, ¡viva el rey!

Lo que debería hacer ahora la alcaldesa de este municipio canario es lograr algunos premios literarios para Jorgeja. Ni siquiera hace falta que sean el Premio Cervantes o el Nobel de Literatura. Esos ya llegarán. De momento valdría que fueran cayendo el “Agustín González”, “Lope de Vega”, “Max”, “Buero Vallejo” y “Valle Inclán”. Suenan bien.

Lo que no es plan es que nuestro hombre solo se lleve la pasta y no los honores, como le pasa en su faceta televisiva. El dinero de la tele se lo embolsa con justicia, que para eso está a un tris de fijar su domicilio habitual en un plató de Telecinco. Pero que el dinero no vaya acompañado de premios y reconocimiento público lo trae a maltraer, y anda devolviendo tempestades a quien se acerca a él sembrando vientos. Tras la rabieta con la jefaza de RTVE, Rosa María Mateo, se revolvió contra la Academia de TV: “¿Qué puedo pedirle a una entidad que no me ha premiado en ninguna de sus ediciones, siendo como soy uno de los mejores profesionales de este país?”. Ay, qué duro es ganar solo dinero.

15/12/18

LOS OVARIOS DE LA BRUJA GRANUJA


La Bruja Granuja es mala, pero tiene a su favor que es solo un personaje y no existe. Es verdad que la Bruja Granuja le parte el corazón al Oso Libidinoso, y que se porta fatal con el Molusco Pardusco y la Princesa Teresa, pero solo porque ese es su papel en el hermoso cuento “Teresa y el oso”, de Les Luthiers. Por eso no debemos odiarla, ni enfadarnos con ella siquiera un tantito. Por supuesto, tampoco debemos querer mal a Marcos Mundstock, claro que no. Él solo pone voz a la bruja cuando la princesa busca a su duque hechizado en el bosque, y le dice: “¡Nunca sabrás en qué animal he convertido al duque!”. Después de todo, Marquitos está actuando para que papás, mamás, niños y niñas nos divirtamos y sintamos esas cosquillas tan agradables que la inteligencia y el arte producen en el cerebro.
—¡Es que además Mundstock está calvo, a por él!, insistirá algún exaltado.
—Y eso, ¿qué tiene que ver?, habrá que decirle.

Goya Fernández es mala, pero tiene a su favor que es solo un personaje y no existe. Es una reclusa de “Vis a vis”, la exitosa serie de Antena 3 y no sé cuántas cadenas y plataformas más en España y medio mundo, por ejemplo, la Fox. Por eso no deberíamos odiarla, ni enfadarnos con ella siquiera un tantito. Por supuesto, tampoco debemos querer mal a Itziar Castro, claro que no. Ella solo interpreta a Goya Fernández, por ejemplo cuando dice en la campaña navideña de Fox: “Queridas reinas: este año nos hemos portado mal. Nos hemos saltado todas las normas. Nos hemos pasado por el mismísimo lo de ‘calladita estás más guapa’. Hemos gritado, hemos luchado, hemos demostrado que sin nosotras el mundo se para. Le hemos plantado cara a todo lo que no nos dejaba avanzar […]. Así que seguid así reinas, seguid reclamando lo vuestro. Que vais bien, vais muy bien. Seguid ‘portándoos mal’, que es Navidad”. Hay quienes al oír esto (incluido el verso libre “si la Navidad es paz y amor, mis ovarios también lo son”), en vez de sentir cosquillas sienten repelús, pero no por eso deberían odiarla ni insultarla como están haciendo en las redes.
—¡Es que además Castro está gorda, a por ella!, insisten los exaltados.
—Y eso, ¿qué tiene que ver?, habrá que decirles.

14/12/18

EL FIN DE LA HISTORIA



Habrán visto el anuncio por la televisión. No ha sido fácil. Han hecho falta milenios de civilización, el esfuerzo colectivo de toda la humanidad, pero por fin tenemos un espray que podemos aplicar dentro del inodoro antes de sentarnos en él, consiguiendo que el mal olor se quede dentro del agua y no se note en el cuarto de baño. No se llega a una cumbre histórica como ésta así, a la ligera. Alejandro Magno tuvo que derrotar a los persas. Tomás de Aquino tuvo que saber conjugar el hilemorfismo aristotélico con la escolástica católica. Kepler avanzó un paso más hacia el VIPoo formulando sus leyes del movimiento de los planetas. Para que podamos salir del cuarto de baño con la seguridad de que el que venga detrás no olerá nada, el imperio español tuvo que nacer, llegar a su apogeo y derrumbarse. Eli Whitney tuvo que inventar la desmotadora de algodón. Tuvo que caer el zar Nicolás II, Roosevelt formular el New Deal, Alan Turing descifrar Enigma.

Y lo mismo ocurre con el propio anuncio del VIPoo. No se crean que una cumbre definitiva del arte audiovisual como ésta aparece de la nada. Para que podamos ver a la modelo rubia con un vestido rosa diciendo “incluso las estrellas podemos tener un apretón” ha hecho falta el soneto 116 de Shakespeare, los prerrafaelitas, Monet tuvo que estremecerse en diferentes momentos del día ante la catedral de Rouen. Sólo tras los avances del dadaísmo se entiende esa imagen de unas rosquillas marrones cayendo dentro de la taza, capaces de hacer que no podamos volver a comer donetes nunca más en la vida. Será el minúsculo precio que pagaremos gustosos por coronar la cima de la civilización -aunque quizá todavía la humanidad pueda dar un último paso; al fin y al cabo, el VIPoo sólo se presenta con cuatro variedades de aromas: Lemon Idol, Lavender Superstar, Fruity Pin-Up y Fresh Model; a lo mejor todavía falta un VIPoo aroma Quinoa Dream y otro Blueberry & Espelta Mix para llegar al definitivo Fin de la Historia-.

13/12/18

CONTRA LA AUTOCRÍTICA


Pocos conceptos son tan confusos como la idea de “autocrítica”, que da a entender que la misma agencia puede ser a la vez la que critica y la criticada, la que aprueba un determinado comportamiento y, al mismo tiempo, la que lo reprueba. Caben dos posibilidades cuando una persona reconoce un error: que sea un reconocimiento meramente cosmético, para salir de un apuro, sin que el individuo haya cambiado lo que le llevó a cometerlo, en cuyo caso no hay “crítica” en la “autocrítica”; o que el individuo actual ya no sea el individuo que cometió el error gracias a que ha cambiado realmente lo que le llevó a cometerlo, ya es otra persona, en cuyo caso no hay “auto” en la “autocrítica”. Finalmente, toda crítica es heterocrítica.

Cristina Pardo ha hecho autocrítica esta semana. El domingo “Liarla Pardo” emitió uno de los reportajes más intolerables que se han visto en la televisión reciente, recorriendo las calles de Marinaleda para identificar a los cuarenta y cuatro vecinos que votaron a Vox en dicha población, con un tono auténticamente inquisitorial, como si de delincuentes se tratara, desde la superioridad moral que le confiere a Pardo ser muy progresista y, a la vez, trabajar muy a la orden de una gran corporación mediática capitalista. Después se asomó a Twitter y entonó un “lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a ocurrir”.

¿Es un reconocimiento cosmético o verdaderamente la Cristina de hoy ya no es la de la pasada semana? Desde el domingo, la famosa frase “detesto lo que decís, pero defenderé con mi vida vuestro derecho a decirlo” se ha convertido en “detesto lo que votáis, pero defenderé con mi vida vuestro derecho a que laSexta no haga un reportaje faltándoos al respeto y violando vuestros derechos fundamentales”. Lamentablemente, lo ocurrido en Andalucía no va a ser un caso aislado, y la actualidad política va a dar muchas ocasiones en el futuro para comprobar si las disculpas de Pardo han sido sólo un caso más de autobombo o una auténtica heterocrítica.

12/12/18

GALTON EN EL SOFÁ


El antropólogo (y mil cosas más) británico Francis Galton, que además era primo de Charles Darwin, estaba convencido de que todo podía medirse, incluida la belleza de los británicos (el punto más elevado lo ocuparían los londinenses, y el más bajo los originarios de Aberdeen) y el aburrimiento. ¿Cómo medía Galton la belleza de los británicos? No tengo ni idea. Pero, en cuanto al aburrimiento, Galton decía que podía medirse por la cantidad de movimientos de inquietud que se realizan. Interesante, pero falso. Si Galton hubiera visto el partido River Plate-Boca Juniors disputado en el Bernabéu el pasado domingo, habría concluido que los movimientos de inquietud no miden el aburrimiento, sino justo lo contrario. Muchos vimos la gran final de la Copa Libertadores sin importarnos demasiado (más bien nada) el resultado y, sin embargo, no pudimos evitar movernos con inquietud en el sofá y comprobar que nunca los noventa minutos (más el descuento) de un partido de fútbol pasaron tan rápido.

El movimiento en el sofá no mide el aburrimiento, sino la diversión. ¿La última película de la saga galáctica de George Lucas? Bah. ¿La deriva maquiavélico-nihilista de Claire Underwood en la última temporada de “House of Cards”? Psssssé. ¿La emoción ante el grupo que actuará la semana que viene en “La hora musa”? Bueno, vale. Pero nada se puede comparar con los movimientos en el sofá de un espectador imparcial (de los aficionados de River y de Boca ni hablamos, claro) en un partido imposible, casi absurdo, desquiciado y tan alucinado como el viaje del capitán Willard en busca del coronel Kurtz en “Apocalypse Now”. Decían los clásicos que los dioses habían decretado la destrucción de Troya sólo para dar a Homero un argumento para sus poemas. ¿Y si la destrucción del partido entre River y Boca en el Monumental de Buenos Aires fue decretado por los dioses del fútbol sólo para dar a Jorge Valdano y demás poetas un argumento para sus cantos? ¿Y si el horror del no-partido en Buenos Aires fue la excusa para que los caprichosos dioses del fútbol nos regalaran dos horas de movimientos de inquietud en el sofá, coronados con un último minuto digno de Homero? Puede que a usted no le guste el fútbol, pero seguro que le gustan los versos que cantan la cólera aciaga de Aquiles Pelida y la desesperada lucha final, solo con nueve futbolistas, de Boca contra el destino. No sé si los londinenses son guapos, pero estoy seguro de que el gran fútbol hace que el culo se mueva en el sofá como un flan durante un terremoto. Te equivocaste, Galton.

11/12/18

FELIZ CUMPLE, ESPARTACO


Sabíamos que Espartaco es una figura histórica inmortal. Sabíamos que “Espartaco” (Stanley Kubrick, 1960) es una obra de arte inmortal. Lo que no sabíamos es que Kirk Douglas, que fue Espartaco en “Espartaco” y acaba de cumplir 102 años, es también inmortal.

Ajeno al centenario cumpleaños, esto decía el periodista José María Brunet en el programa “Las mañanas de RNE” cuando le preguntaban por VOX: “Estaba ahora dándole vueltas porque recordaba una película. Iba a decir que todo está inventado. Iba a proponeros que volvierais a ver “Espartaco”. Por si alguien cree que solo es “una de romanos”, añadió esto: “‘Espartaco’ es una de las grandes obras maestras de la historia del cine. Se rodó aquí en España. Ahí se define la conducta del líder que dice ‘¡Yo acabo con esto!’. Identifica a Craso, el jefe militar que acumuló poder luchando contra la revuelta servil, con Santiago Abascal. “Craso piensa: ‘Vendrán a mí, yo soy el líder que salvará Roma’. Pide toda la autoridad para él diciendo que solamente un gobierno en una sola mano, autoritario, capaz de imponerse, es el que conseguirá que el orden y la autoridad vuelvan. En cambio, Espartaco quiere que valores esenciales vuelvan, empezando por el de la libertad. Está todo inventado. El guion de Dalton Trumbo es lo que estamos ahora, muchos siglos después y con todas las correcciones, viviendo”.

Molaría que TVE rescatara, ahora como película de actualidad política, la obra de Kubrick. Y que oyéramos una vez más a Craso (‎Laurence Olivier) ante los senadores y los soldados: “Yo os prometo una nueva Roma, una nueva Italia y un nuevo imperio. Os prometo la destrucción del ejército de esclavos y la restauración del orden en todo nuestro territorio”. Y que oyéramos otra vez a Espartaco ante los esclavos que saben que han cortado su huida y deben seguir luchando: “Es preferible estar aquí, como hombre libre, entre hermanos, sabiendo que nos aguarda una larga marcha y una dura lucha, que ser el ciudadano más rico de Roma, engordando con la comida que no se ha ganado y rodeado de esclavos. Quizás nunca haya paz en este mundo ni para nosotros ni para nadie, no lo sé. Pero sí sé que en tanto vivamos hemos de ser leales a nosotros mismos”.

¡Mientras vivamos, Espartaco!

10/12/18

TOCANDO LOS COJINES


Ni su carrera musical, ni su carrera audiovisual, ni su periplo televisivo promocionando su carrera musical. Lo peor de Bertín Osborne es Bertín Osborne tocándose los cojines.

Ni su papel de señorito vividor rijoso en “Contacto con tacto”, ni su papel de señorito vividor simpaticote en “Menudas estrellas”, ni su papel de señorito vividor campechano en “Mi casa es en la tuya o en la mía o la vuestra o la nuestra”. Lo peor es ver a Bertín intimando con sus cojines.

Ni su papel de ideólogo de todo a cien a quien todo se la sopla, ni su discurso de hombre de mundo desprendido de las cosas materiales que sabe que nada importa porque desde que nació tiene la vida resuelta, ni el descarado uso que hace del vino reducido a su condición de droga social que convenientemente administrada sirve para que los invitados a su programa sean tan simpaticotes con él como él es con ellos. Lo peor es ver cómo remata el espatarre de sofá acodándose en, reclinándose con o incluso abrazándose a… sus cojines.

Y el mal se extiende. Quienes visitan a Bertín acaban toqueteándose los cojines como él. Todo el mundo termina imitándolo. En las reemisiones de “Friends”, Joey Tribbiani ya no abraza a Abracín, su pingüino de peluche. Tampoco se acuerda nadie de la entrañable batamanta de Teletienda. Ahora solo hay cojines. Abrí un cajón, cogí un cojín; cajones abrí, cojines cogí. Además de jamón y rancheras, pronto Bertín venderá la nueva y revolucionaria Cojinmanta®.

Por otra parte, el señor Osborne tiene su propia opinión respecto a la broma de Dani Mateo con la bandera en “El intermedio”: “Ha hecho una gilipollez y ahora tiene que pagar por haberla hecho. Tú puedes hacer bromas con lo que sea, pero no te puedes meter en el plano de los sentimientos”. Solo espero que, por muchos chiflados que secunden mis extraños y profundos sentimientos hacia los cojines, jamás Bertín Osborne, ni nadie, tenga que pagar por tantas y tan abundantes gilipolleces como hacen metiéndose en este plano de los sentimientos. ¡Y mira que sufro, Bertín, mira que sufro!

8/12/18

OH, CAPITÁN, MI CAPITÁN


Hay que acabar con los inmigrantes. Con los que vienen a Europa en general y con los que vienen a España en particular. Con todos. Las cosas iban a mejorar mucho si lo hiciéramos, así que seamos valientes y acabemos con ellos.

Yo antes era uno de esos ingenuos que defendía que había que acoger a los inmigrantes. Ya no. Viendo cómo está la situación en España y las propuestas de Vox, no pude menos que reflexionar y reconsiderar muy seriamente mi posición. Invito a todos a que lo hagamos. Hay que hacer algo y hay que hacerlo ya. Como lo que hizo el otro día el capitán del pesquero Nuestra Señora del Loreto.

En la tele decían que el pesquero llevaba a bordo once inmigrantes recogidos en el mar, y que tras varios días a la deriva hacinados, enfrentándose a un temporal con escasez de alimentos, poco combustible y sin un puerto asignado al que poder dirigirse para amarrar, estaba dispuesto a dejar atrás Malta, Libia e Italia para venir a España ¡trayéndose consigo a los inmigrantes! Otro problema, esta vez en forma de conflicto internacional, causado por la llegada de inmigrantes a Europa. Pero luego, cuando los telediarios seguían con la noticia y nos leían el mensaje del capitán, cambiaba la cosa: “No puedo seguir navegando hacia el norte, hacia el sur, hacia el este o el oeste, huyendo del mal tiempo sin tener una respuesta. No puedo sin tener un amparo para estas personas”. Qué tío más listo. En su mensaje ya no hay inmigrantes, sino personas. Él solito acabó con el miedo que tantos tienen a los inmigrantes y con el problema que les supone a otros muchos. Las personas son, no sé, más así como nosotros.

Dicen también los telediarios que, igual que en España acabamos con el “Día del subnormal”, ahora queremos que la Constitución deje de hablar de disminuidos y hable de personas con discapacidad. Bien hecho. Es más hermoso un mundo repleto de personas que, además de serlo, poseen características diversas como haber nacido en España, tener una discapacidad, viajar por turismo, viajar por necesidad, practicar el judaísmo o ser capitanes de un barco pesquero.

SANDRA SABATÉS, MACHISTA


Sí, amigos, el machismo es como el aceite de palma: cuando te empiezas a fijar, te das cuenta de que está por todas partes. En laSexta, por ejemplo. En “El intermedio”, sin ir más lejos. En Sandra Sabatés, que este miércoles se quejó de varias sentencias judiciales machistas. Y en Wyoming, que ese mismo día dijo: “Sí, amigos, el machismo es como el aceite de palma: cuando te empiezas a fijar, te das cuenta de que está por todas partes”.

¿Puede haber machismo en la reivindicación del feminismo? Por supuesto. Se puede defender el feminismo con las palabras mientras se perpetúa el machismo con las conductas. No es tan raro, ocurre a menudo. También puede hacerse una encendida defensa de la vida sana mientras se sujeta un puro —también encendido—, o se puede decir a alguien que gire a la izquierda mientras la mano apunta a la derecha. Así son las cosas: “El intermedio” defiende el feminismo de forma machista.

El miércoles, Sabatés dio un paso al frente y se sentó en el pico de la mesa. Desde este lugar, que rompe la ubicación habitual de los presentadores, denunció las sentencias judiciales machistas. Lo llamativo es que llevaba dos meses sin sentarse ahí. Lo extraño es que de esta tarea “seria” no se ocupa habitualmente ella, la periodista “seria”, sino el bufón Wyo. Lo desconcertante es que ella solo va al pico de la mesa ocasionalmente para realizar alguna reivindicación feminista, mientras Wyoming trata habitualmente los asuntos generales y ella calla fuera de plano. Lo desolador es que da por sentado que una mujer solo reflexiona sobre lo que la afecta muy directamente. Lo irritante es que supone que el feminismo es solo cosa de mujeres que solo atañe a mujeres. Lo exasperante es que implica que los hombres, mientras, no tenemos nada que decir ni hacer. “Las mujeres de este país necesitamos que de una vez por todas la Justicia nos deje de fallar”, ¿solo las mujeres, Sabatés? “Es hora de que esto cambie y el machismo desaparezca definitivamente de los juzgados”, ¿solo de los juzgados?

7/12/18

INTRODUCCIÓN A LA ARITMÉTICA TELEVISIVA


En la lección de hoy veremos por qué “Lo siguiente” es a “El hormiguero” lo que “Ese programa del que usted me habla” es a “El intermedio”. Despejando, obtenemos que “Ese programa del que usted me habla” es igual a “Lo siguiente” por “El intermedio” partido por “El hormiguero”. Se trata de una aplicación al access time (“access”=“hora de” y “time”=“cenar”) del postulado general según el cual cuando un grupo empresarial tiene dos cadenas de televisión generalistas destina los programas de variedades a la más importante y los programas de humor a la menos importante. No falla. Descontando a Mediaset por motivos estrictamente sanitarios, encontramos que Atresmedia cumple este postulado por la mañana –“Espejo público” contra “Arusitys”- y por la noche –“El hormiguero” contra “El intermedio”-. Y desde esta semana TVE cumple igualmente el mismo principio general, de modo que el programa de variedades “Lo siguiente”, que se emite en La 1, tiene su contrapartida en el programa de humor “Ese programa del que usted me habla”, que se emite en La 2.

La aritmética televisiva es una joven ciencia en auge. A partir de la fórmula del comienzo se puede deducir que “Ese programa del que usted me habla” es tanto mejor que “Lo siguiente” cuanto mejor es “El intermedio” respecto de “El hormiguero”. Y la predicción científica se cumple: el nuevo programa de humor de La 2 funciona. El trío Flich-Gómez-Casado ha demostrado una química y un ritmo fluido y constante que supera ampliamente a Raquel García-Silva por los mismos motivos por los que el Gran Wyoming acostumbra a comerse con patatas al irregular Pablo Motos. Los guiones se mantienen en pie. La realización es ágil pero no aturde. Y el resultado es una de las propuestas más interesantes que se puede encontrar en la Nueva Televisión Pública. Hasta aquí, la lección de hoy de aritmética televisiva. En la de mañana explicaremos por qué “Arusitys” y “Al rojo vivo” suman cero.

6/12/18

ALGO HUELE A PODRIDO EN ANDALUCÍA

La afirmación de Oscar Wilde según la cual “la naturaleza imita al arte” ha sido objeto de múltiples confirmaciones y refutaciones, pero todos los análisis que se han escrito sobre tal aforismo quedan reducidos una mera nota a pie de página de la comparación entre la situación política andaluza tras las elecciones del domingo y el retrato de la política danesa que se realiza en la serie “Borgen”. No ha habido un solo debate televisivo en estos últimos días en el que, entre referencias a Susana Díaz, a Pablo Casado y a Vox, no se oyera a un tertuliano decir “estamos ante un escenario semejante al de ‘Borgen’”, “Albert Rivera va a intentar hacer un Borgen”, “en ‘Borgen’ explican cómo se podría desbloquear San Telmo”.

Y es que el parecido entre la naturaleza y el arte sorprendería al mismo Wilde: un partido emergente, bisagra entre los laboristas y los liberales conservadores, queda en tercer lugar en las elecciones; sin embargo, gracias a unas hábiles negociaciones y a unos pactos estratégicos, consigue llegar al poder, para afrontar una legislatura complicadísima dada su debilidad y los escándalos que se van sucediendo. En “Borgen” está el guaperas socialista arrogante y oportunista, el conservador que cae debido a la corrupción, hasta el líder de la ultraderecha danesa comparte esa cutrez existencial básica que desprende el juez Serrano en cada tuit.

¡Y tenemos a Antonio García Ferreras y a Ana Pastor -que en la serie se llaman Torben Friis y Katrine Fønsmark- ocupando la mitad de las escenas! Todos los debates políticos de estos días quedan reducidos a una mera nota a pie de página de “Borgen”, y los tertulianos harían bien en repasar sus tres temporadas si quieren adelantar lo que va a terminar pasando en la Junta. Durante los cuatrocientos años que median entre la primera representación de “Hamlet” y el estreno de la primera temporada de “Borgen” no ha dejado de oler a podrido en Dinamarca. Y ahora descubrimos que ese olor también empapa la atmósfera del sur de Europa.

5/12/18

MILES, STEVEN Y GILDA


La anécdota es tan maravillosa que merece ser cierta. En una recepción en la Casa Blanca, siendo presidente Ronald Reagan, se presentó el trompetista y compositor Miles Davis vestido a la manera de Miles Davis, es decir, de forma muy poco discreta. Una señora de la alta sociedad de Washington se acercó a Davis y, con esa ignorante rudeza que tan bien cultivan los que se creen dueños del mundo, preguntó al creador de “Kind of Blue” qué meritos tenía para estar en esa recepción, Miles, sin perder la calma, respondió: “Bueno, he cambiado el rumbo de la música popular cinco o seis veces. Ahora, dígame: ¿qué ha hecho usted de importancia, aparte de ser blanca?”. Se cumplen 25 años del estreno de “La lista de Schindler”, la descomunal película de Steven Spielberg sobre el Holocausto en particular y los aspectos más oscuros de la naturaleza humana en general. No faltan las señoras y los señores de la alta sociedad cinéfila que insisten en preguntar a Spielberg qué méritos tiene para codearse con los grandes del cine. La respuesta de Spielberg podía ser muy parecida a la de Miles Davis: “Bueno, he cambiado el rumbo del cine popular cinco o seis veces (“Tiburón”, “Encuentros en la tercera fase”, “En busca del Arca perdida”, “Parque Jurásico”, “Salvar al soldado Ryan”…), pero basta con decir que soy el director de “La lista de Schindler”. Fin de la conversación.

Hace unas semanas, con motivo de la emisión de la película “Gilda” en La 2, reflexionaba con Rosana Álvarez y Alejandra García, profesoras de instituto, sobre la posibilidad de que en un futuro cercano los grandes clásicos del cine no tengan público porque los jóvenes ya no ven “Gilda” o “Casablanca”, sino (como mucho) la secuencia en la que Gilda se quita el guante  mientras canta “Put the Blame On Mame” o el inicio de la hermosa amistad entre Rick y el capitán Renault en la niebla del aeropuerto de Casablanca. Yo no soy tan pesimista como Rosana y Alejandra porque creo que los clásicos (desde Homero a Julio Verne y, por supuesto, “Gilda” y “La lista de Schindler”) siempre tendrán algo que decir y siempre engancharán a todos los públicos. Y no sólo estoy convencido de que “La lista de Schindler” es el mejor argumento contra los que niegan el pan y la sal a Spielberg, sino que sostengo que el estudio de “La lista de Schindler” debe ser tan obligatorio en los institutos como la tabla de multiplicar o el pretérito perfecto. Del guante de Gilda hablaremos otro día.

4/12/18

LA GALLINA DE LAS BOMBAS Y LOS ROSCOS DE ORO


De verdad, “Boom”, “Pasapalabra” se acabó. Dejadlo. Se ha terminado. Lo que en su momento fue un estímulo para la audiencia ahora ya es simplemente ridículo. Fran y Los Lobos estuvieron muy bien al principio. Durante los primeros meses. Fidelización de la audiencia, seguimiento de concursantes extraordinarios y todo eso. Pero ahora ya se ha convertido en una caricatura. El fútbol es un deporte en el que juegan once contra once y al final gana Alemania. “Boom” es un concurso en el que juegan cuatro contra cuatro y al final ganan Los Lobos. “Pasapalabra” es un concurso en el que juegan uno contra uno y al final gana Fran.

Lo hacéis para mantener el pulso de Antena 3 contra Telecinco, porque esos concursantes consiguen buenos datos de audiencia. Pero no os dais cuenta de que cuanta más audiencia ganéis con Los Lobos y Fran, más audiencia perderéis el día que dejen el programa. Habéis vinculado tanto el concurso a unos concursantes concretos que ya es dudoso que aquél pueda continuar cuando falten éstos. Estáis justo en la fina línea que separa el ridículo del esperpento. Si dentro de un par de meses Los Lobos y Fran siguen ganando a sus rivales y perdiendo el bote por poco todos los días, la eliminación de los concursantes implicará la eliminación del concurso, en el caso de autofagotización más macarra de la historia de la televisión.

Así que adiós. Con un programa especial. Con un premio extra. Con lo que sea. Hacedlo a la vez, el mismo día, y así arrancáis con una salida neutralizada. Tomad ejemplo de “Saber y ganar”, en donde también hay magníficos participantes, pero en donde el límite de cien programas se aplica con mayor rigor que el límite de mandatos de los presidentes en la Constitución norteamericana. Aunque estén dando buenos resultados de audiencia. Lo que es bueno a corto plazo es malo a largo plazo y viceversa. Paradójicamente, la única manera de mantener viva la gallina de las bombas y los roscos de oro es matarla cuanto antes.

3/12/18

LOS ANIMALES DIVINOS



1. “Senegal. África Occidental. Hogar de un extraordinario grupo de chimpancés. La zona es tan seca y tan calurosa que están al límite de las condiciones de supervivencia. Este territorio está gobernado por un líder fuerte y decidido. Un macho alfa conocido como David. Y aparece en primer plano el rostro fuerte y serio de un simio. Es el comienzo de “Dinastías”, la nueva serie documental de BBC Earth, presentada por David Attenborough, esta vez dedicada a las estructuras familiares que se encuentran en el reino animal. En la publicidad que precedía a la serie se hablaba de los fascinantes avances técnicos de rodaje que se incorporan a estos capítulos, pero no se nombra la verdadera revolución conceptual de “Dinastías”: ahora, por primera vez en la historia de los documentales sobre naturaleza, los animales tienen nombre. “Un macho alfa conocido como David”. ¿Conocido como David por quién, Attenborough?

2. “Me pareces tan bonita. Me pareces tan bonita. Eres todo lo que espero. Eres todo lo que necesito. Me pareces tan bonita”. Es la breve letra de una conocida canción de amor escrita por Billy Preston y que todos conocemos por la versión de Joe Cocker. “You are so beautiful”. En el nuevo anuncio de leche Pascual un ganadero se la canta a una vaca. La acaricia, la mira profundamente en un contexto de noche serena y luces acogedoras. Ni el montaje ni la realización ni la banda sonora indican la menor distancia respecto del tono habitual de una canción de amor romántico. No es una parodia. El ganadero es un actor que hace de ganadero, la vaca es una vaca.

3. Se comenta en China el parecido entre el presidente Xi Jinping y el personaje de Disney del oso Winnie the Pooh, lo que al parecer incomoda al mandatario. Durante el día central de su visita a nuestro país, se solicitó al mimo que se disfraza de Winnie the Pooh en la Puerta del Sol para obtener unas monedas que se mantuviera al margen.

2/12/18

EL COCHE FANTÁSTICO DE ANA ROSA QUINTANA


Restricciones al tráfico en Madrid. No afecta al resto de España, pero es la noticia del día y todas las cadenas lo tratan. Ana Rosa Quintana (Telecinco) no está afectada porque, dice, no vive en el centro y tiene coche eléctrico. Aun así, se erige en portavoz del descontento popular: “La calle es un clamor”. A la inmensa mayoría de los españoles tampoco nos afecta, pero gracias a profesionales como ella sabemos cómo están las cosas.

Mientras, en “Buenos días, Madrid” (Telemadrid), el reportero José Antonio Masegosa se la juega entre el tráfico de la Gran Vía preguntando en directo a quien pasa por allí. Un motorista (“¿Está usted a favor o en contra?”. “A favor, total”. “¿Por qué?, ¿no le afecta?”. “No es que no me afecte, es que creo que la ciudad tiene que ser más transitable y los peatones necesitan una ciudad más habitable”). Un conductor de coche (“¿A favor o en contra?”. “A favor”. “¿No le afecta?”. “No”. “Si le afectara, ¿pensaría de otra manera?”. “Bueno, estoy a favor de menos contaminación, lo veo bien”). Un peatón (¿A favor o en contra?”. “A favor. A favor de que haya menos contaminación”. “¿Eso es fundamental?”. “Claro, yo vengo en tren”. “¿Antes venía en coche?”. “Moto”. “¿Con moto se puede?”. “Se puede, pero vamos a colaborar”). Un peatón con prisa (“A favor o en contra?”. “Súper a favor”). Una peatona con niños (“¿Y usted señora?”. “Súper a favor”. “¿Tiene coche? ¿Le afecta?”. “Tenemos coche y nos afecta, pero...”.). Y así.

Para terminar, quiero dar las gracias al reportero por patear la calle. Y a Telemadrid por emitir entrevistas en directo sin filtrar, a riesgo de que no coincidan con los intereses del Gobierno autonómico. También a todos los que entienden que las leyes siempre nos afectan, pero la política (o sea, lo que es de la polis, de la ciudad, del Estado, de la sociedad, de todos), va más allá de cómo algo nos afecta personalmente y llega a lo que nos atañe como ciudadanos. Y a la señora Quintana por… por tener coche eléctrico. Aunque a mí eso no me afecta. ¿O sí?

1/12/18

LUCHA EN EL BARRO EN O.K. CORRAL


Rosa María Mateo contra Karlos Arguiñano. Duelo al sol. No en el lejano Oeste, sino en el cercano Congreso de los Diputados. Ante la Comisión Mixta de Control Parlamentario de RTVE.

Las comparecencias actuales de Mateo ante esa Comisión dan risa. La actual jefaza de la Corporación tiene tal trayectoria profesional, tal peso en ese oficio, tal currículum a sus espaldas, que los políticos de carrera que se enfrentan a ella intentando atajarla llevan las de perder. A su lado, no son nadie. Solo alguien a su altura podría apretarle las clavijas. Alguien que, como ella, se hubiera pasado toda la vida ante las cámaras. Alguien con una familiaridad tan grande con los telespectadores que, con decir al telefonillo “¡Yooo!”, ya le abrimos la puerta de casa. Alguien como Arguiñano.

Esto decía Mateo en su última comparecencia en el Parlamento: “Es verdad que las audiencias no remontan, pero las cadenas que tienen audiencias altísimas se basan en realities. Si ustedes quieren que la Corporación haga este tipo de programas, os juro que mientras yo sea presidenta, nunca se van a hacer”. Inapelable. A no ser que pongamos enfrente a alguien de su tamaño. Esto opina Arguiñano de “MasterChef”: “No es un programa de cocina, es un reality. Y yo no puedo con los realities. Les gusta la lagrimita: que llore la madre, que lloren los niños... todo el mundo llorando”. Que se miren a los ojos, desenfunden y lo discutan cara a cara. Ten cuidado, Mateo, ya ves que Arguiñano no es un bisoño jovenzuelo. Es un tipo duro que desenfunda rápido. Y pronto apuntará a tus celebrities, sus enfados y sus pataletas.

¿Prefieren la lucha en el barro al duelo al sol? Bien fácil, basta cambiar a Arguiñano por Jorge Javier Vázquez. A ver cómo se defiende la veterana periodista del lodo que le lanzó Jorgeja anteayer en “Gran Hermano VIP”: “Si haces televisión y desprecias el género, ¿qué eres? Nada”. Rebozado hasta las trancas desde hace años, conoce el terreno de juego, sabe moverse y promete espectáculo. No se trata de tener razón, sino de ensuciar al oponente. 

30/11/18

ELISA SE COME SU PROPIO CEREBRO


Las más avanzadas teorías de neurología evolutiva consideran que el cerebro apareció en el mundo animal para que los organismos pudieran controlar de una forma fina y precisa sus movimientos. A mayor movilidad, más tejido nervioso. Hay varios argumentos a favor de esta tesis, pero, a efectos de esta columna, sólo me referiré al más sorprendente de todos, que tiene que ver con las ascidias clavelinas, unas larvas marinas que durante las etapas iniciales de su desarrollo, mientras se están moviendo en el mar, poseen destacadas estructuras cerebrales. En su etapa de madurez quedan fijas a una roca, de donde nunca se moverán en el resto de su vida. Y es justo en ese momento cuando la ascidia clavelina comienza a digerir su propio cerebro, inútil ya dada la inmovilidad permanente en la que ha entrado.

Así que el cerebro se vuelve innecesario en el momento en el que uno deja de moverse. ¡Claro, ahora entiendo lo que pasa con las tertulias políticas en televisión! No es que Paco Marhuenda sufra ningún retraso madurativo, es que desde hace años se sienta sistemáticamente en la misma roca del plató de “La sexta noche”. ¿No está sentado Jesús Cintora siempre en el mismo lugar? Recordemos que el cerebro sólo es necesario si el individuo se va a mover. Los culpables no son ellos, argumentan como argumentan debido a que los sitios donde los sientan provocan que, como las ascidias clavelinas, hayan comenzado lentamente a nutrirse de su cerebro.

Cambiémosles de sitio. Que Ferreras sortee a diario los lugares en donde se van a sentar los contertulios de “Al rojo vivo”. Que Iñaki López se ponga el mundo por montera y siente a Eduardo Inda en la parte izquierda de la pantalla. Que Sardá lo haga en la parte derecha. Quizá el problema sea su inmovilidad, y basta con mantener a los tertulianos en movimiento para que reaparezcan las estructuras encefálicas. Quizá si Elisa Beni comienza a sentarse cada día en una silla diferente consigamos de deje de comerse su propio cerebro.

29/11/18

Y AÚN ESTAMOS EN NOVIEMBRE



De acuerdo, las navidades son el peor momento televisivo del año, el más soporífero, el más falso de todos. De acuerdo, zapear se convierte en un deporte olímpico de saltos mortales entre cursilada insoportable y cursilada insoportable. Las peores películas del año. Los peores especiales. De acuerdo, la peor publicidad. Pero nadie puede negar a las navidades una virtud que no por desapercibida es menos importante: en diciembre es imposible encontrarse en las cadenas televisivas videoclips de Leticia Sabater. Piénsenlo, no es ninguna tontería. Al menos la Navidad funciona como decir “casa” jugando a la queda sabatérica. Leticia pide veranito, chiringuito reggaetonero y bikini lorzeño chonirrijoso. No hay quien aguante el amor patrocinado por el IBEX 35, las polémicas de la izquierda postestructuralista sobre el traje de Cristina Pedroche y la maldición urbi et orbe. Pero incluso en los momentos de mayor abatimiento navideño una vocecita nos salva de la desesperación: alégrate, oh, tú, lleno de gracia, estamos en los antípodas de Leticia Sabater.

Mejor dicho, una vocecita nos salvaba de la desesperación. Nos salvaba hasta el año pasado. Porque este año Leti ha cambiado su periodicidad de anual a semestral, explorando las posibilidades expresivas y plásticas de la fusión entre el reggaetón y el villancico. “Navidad, polvo y ron, polvorrón, Papa Noel, tú y yo, polvorrón”. Pues así cinco minutos. Sí, amigos, ahora cobran sentido los versículos más crípticos de Nostradamus. El círculo más profundo del infierno tenía una cajita en su centro con la palabra “polvorrón”; al abrirla hemos descubierto que aún hay un nivel más hondo del espanto. He aquí la prueba de que cuando los males se unen no se suman, sino que se multiplican; hay algo mil veces peor que la Navidad y que Leticia Sabater: Leticia Sabater en Navidad. Ya hemos agotado nuestras reservas de paciencia y tolerancia para la Navidad de este año y aún estamos en noviembre.

28/11/18

EL BANQUETE DE IÑAKI


La idea no es nueva. Ya se le ocurrió a Platón, que en “El banquete” reunió a un grupo de amigos en casa de Agatón para que, como sugirió Erixímaco, pronunciaran un elogio, tan bello como pudieran, en alabanza a Eros. Así que, después de la comida, los comensales mandaron a paseo a la flautista y pasaron un largo rato en medio de hermosos discursos, que culminaron con la fascinante intervención de Sócrates. En “La vista atrás. La memoria” (#0), Iñaki Gabilondo conversa sobre los cambios en España en los últimos cuarenta años con Ferrán Adriá, Perico Delgado, Ainhoa Arteta, José Sacristán, Carmen Machi y José Luis Garci. Sin flautista, sin tonterías ni sobreactuaciones a lo Bertín Obsorne o Risto Mejide, cada invitado de Iñaki pronunció un elogio a un país, el nuestro, que a pesar de los pesares y en contra del pesimismo histórico que todos llevamos marcado a fuego, nos reconcilió con el Eros nacional.

En cuarenta años hemos pasado de pronunciar mal el apellido de Kirk Douglas a pronunciar bien el apellido de su hijo Michael Douglas. Cuarenta años para pasar del hambre a la gastronomía, de la vida en blanco y negro a los colores de los Juegos Olímpicos de Barcelona, de la tristeza moral a los “Oscar” de Garci, TruebaAlmodóvar y Amenábar, de la excepción a la norma, del ensimismamiento paleto a la mirada hacia Europa y el mundo. De acuerdo, los discursos de Sócrates sobre Eros y de Iñaki sobre España tienen sombras que no se perciben desde una tertulia con amigos después de una buena comida. Pero la sombra no es lo mismo que la oscuridad. Además, del mismo modo que en “El Banquete” platónico disfrutamos con maravillosos discursos acerca de Eros y, de propina, tres remedios contra el hipo ofrecidos por Erixímaco (contener la respiración, hacer gárgaras con agua y estornudar), en el Banquete de Iñaki aprendemos a servir correctamente el vino sin que se derrame una gota porque los discursos de Garci, Machi y compañía van acompañados de los impecables movimientos del  camarero sobre el mantel. Hermosos elogios a lo que hemos conseguido en los últimos cuarenta años y una lección de saber estar en la mesa. En el Banquete de Iñaki sólo faltó la irrupción de un Alcibíades borracho y gritón, como en el “Banquete” de Platón. No sé si Iñaki tiene un candidato para el puesto de Alcibíades en su Banquete, pero estamos trabajando en ello.