No es lo mismo ver a Edward Bear Grylls intentando atravesar un desierto en “El último superviviente” que acompañar a Mario Picazo al pueblo más frío de la tierra en “Climas extremos” (La 2). La diferencia es, precisamente, que la mayoría nos limitamos a ver a Bear Grylls pasar calor, pero todos acompañamos a Picazo mientras tiene frío. Ver o acompañar. No es que el frío extremo del pueblo siberiano de Oymyakon sea más llevadero que el calor extremo de un desierto de Arizona, sino que el tono amable de los viajes de Picazo convierte al meteorólogo en un compañero de aventura, mientras que la insistencia del aventurero en dejar claro que todo lo que hace es peligrosísimo le aleja del viaje. Es interesante ver a Bear Grylls pelar un higo chumbo e improvisar un par de piolets con ramas secas, pero es mucho mejor acompañar a Picazo mientras soporta cuarenta y siete grados bajo cero y bebe vodka. Si Bear Grylls grabara un episodio de “El último superviviente” en Oymyakon, sólo podríamos ver lo que hace; pero si Picazo se diera una vuelta por un desierto de Arizona, le acompañaríamos en su viaje. Lo importante no es el calor insoportable o el frío brutal, sino decidir si se quieren hacer documentales para ver o para acompañar.
Pero me gustaría hablar ahora del culo de Mario Picazo y de los culos de las socorristas de la playa de San Lorenzo de Gijón. Todos los veranos hay una canción del verano machacona y una polémica absurda, o viceversa, y la polémica absurda y machacona de este año es que el bañador de las socorristas de la playa gijonesa es tan exiguo que, si prestamos mucha atención y utilizamos unos prismáticos y estamos dispuestos a indignarnos con gilipolleces y estamos mal de la cabeza, se les ve gran parte del culo. En el capítulo de “Climas extremos” dedicado al pueblo más frío del mundo, acompañamos a Picazo desnudo mientras se rebozaba en la nieve a más de cuarenta grados bajo cero. Dos veces. ¿Qué tiene el culo de Picazo que no tenga el culo de una socorrista? ¿Por qué el culo desnudo de un meteorólogo en la nieve no es noticia, pero el culo embutido en un bañador de una socorrista en la playa es un escándalo? ¿Habría algún problema si Picazo fuera socorrista y enseñara el culo en una playa? ¿Alguien se molestaría si en vez del culo de un meteorólogo en Siberia viéramos el culo de una socorrista? ¿Los comentarios sexistas se reservan para las socorristas y no para los meteorólogos? Y podría seguir formulando preguntas absurdas hasta que se calentara Oymyakon o se enfriara el desierto de Arizona, pero está sonando la canción del verano en la radio y quiero escuchar bien la letra.
Si es que tener la mente tan estrecha tiene que doler.
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