Admiro la capacidad de la gente para contener la risa cuando dice la palabra “influencer”. Me parece prodigiosa, inalcanzable. Yo lo he intentado, pero no lo consigo. Una chica se sorprende de que yo no sepa quién es Dulceida, y me asegura que es “la influencer más importante de España”. Sonrío buscando su complicidad, seguro de que está bromeando y de que ella también va a sonreír al final de la frase. Pero sigue seria y me pregunta que qué me hace gracia. “Influencer”, repito y ya rompo a reír. “Sí, ‘influencer’, Dulceida es youtuber e instagramer, tiene millones de seguidores. La conoce todo el mundo. No puedo creer que tú no”. “¿Pero qué hace?”. La chica se extraña ante mi pregunta. O le parece obvia o no sabe que se pueden hacer cosas en la vida. “No sé… tiene un canal de youtube y cuelga fotos en Instagram”. “¿Y de qué habla?”. “De cosas”. Empiezo a entender que influencer tiene más que ver con lo que se es que con lo que se hace.
Así que he decidido dejar de ser columnista y pasar a ser columner. Un columnista tiene lectores. Un columner, seguidores. Un columnista escribe “vaya jeta el Rubius, criticar la publicidad para jóvenes cuando él hizo anuncios de Fanta”. Un columner lo tuitea. Cuando un columnista dice que la vuelta de una nueva temporada de Larry David este otoño es una noticia maravillosa, el lector puede estar de acuerdo o no. Cuando un columner dice esto mismo, al seguidor le puede gustar o no. El columnista opina. El columner se expresa. El columnista argumenta. El columner se expresa. El columnista razona. El columner se expresa. Lo más importante de una columna de un columnista es el texto de la columna. Lo más importante de una columna de un columner es el nombre del columner. Un columnista habla del deterioro de la televisión pública y se pone al servicio del tema del que habla. Un columner habla del deterioro de la televisión pública y pone el tema del que habla a su servicio. No soy youtuber ni instagramer, pero soy influencer porque soy columner. ¿Quién decías que era Dulceida?
4 comentarios:
Pues sí, Antonio, cada vez son (¿somos? yo espero que no...) más gilipollas. Cada vez veo el futuro más negro, con las nuevas generaciones: "las mejores preparadas de nuestra historia", que dicen los políticos. Ja, ja, ja, digo yo.
Cielos, columner no se dice ni en inglés. ¿Estamos tontos?
Luis, es evidente que la palabra columner es inventada, pero muy acertada para entender y criticar todo lo relacionado con el mundillo influencer, pero al fin y al cabo la culpa la tiene la gente por no tener personalidad y dejarse influenciar.
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