10/7/17

URDACI ES COMO LA NIEVE

Urdaci es como la nieve. No como Nieves Herrero, que también, sino como la nieve meteorológica. Como la nieve, Urdaci llama mucho la atención cuando aparece de nuevo tras un largo periodo de ausencia, pero cuando vuelve a desaparecer ya nadie recordaba que seguía ahí. Entre uno y otro momento, tres cuartas partes del tiempo las ocupa embarrado, sucio, encharcado, siendo esquivado automáticamente por los mismos que durante los primeros momentos lo miraron con curiosidad.

Esta semana la cadena 13tv ha anunciado que prescindirá de Nieves Herrero y de Alfredo Urdaci en la pantalla de su próxima temporada. ¿A que ya no recordaban que estaba? Y eso que esta vez Alfredo había llegado en forma de la mayor nevada que recuerdan los registros meteorológicos: 13tv había confiado al periodista no sólo la presentación del informativo de la cena sino también la conducción de un apéndice humorístico tras tal telediario a la sombra y contrafigura de “El intermedio”. El resultado fue extraño: como una mezcla entre Wyoming y aquel cura que todos conocimos en nuestra infancia que se creía guay pero no podía evitar que al hablar se le formara un hilillo de saliva demasiado blanco que unía el centro de los dos labios. Medio penica, medio vergüenza ajena. El primer día nos asomamos al balcón. El segundo lo miramos un poco de reojo mientras hacíamos otras cosas. No hubo tercero. Al cabo de unos días, de aquella nevada ya sólo quedan unos restos sucios pegados a los bordillos de las aceras. Nadie se da cuenta cuando finalmente desaparecen.

(Como dijimos arriba, la noticia de esta semana no se refiere solamente a la defenestración -cuántas veces se ha usado el símil de una ventana para referirse a la televisión- de Alfredo Urdaci, sino también la de Nieves Herrero. Si Urdaci es como la nieve, Herrero, mucho más allá de su nombre, es como una era glacial extendida por todo el planeta. Pero esta analogía la desarrollaremos en otra columna).

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