6/7/17

RECORDAR LO QUE FUIMOS PARA ENTENDER LO QUE SOMOS


La última ocurrencia de La 1 para la noche del sábado fue “No es un sábado cualquiera”. Copia el nombre del programa de radio “No es un día cualquiera” que dirige Pepa Fernández en Radio Nacional las mañanas del fin de semana, pero sustituye sus ajustados y exitosos contenidos y colaboradores por un revoltijo que ni está ajustado ni tiene éxito. Como el programa ha ido tan mal que está en desguace, TVE podía probar esta otra idea: cambiar el nombre del programa de radio “La historia de cada día” que dirige Carlos Guerrero en Radio 5 las mañanas del fin de semana, pero mantener sus contenidos.

La versión televisiva podía empezar por un tema tratado hace algunas semanas: la petición de centenares de historiadores españoles (y extranjeros) para reformar nuestra franquista Ley sobre Secretos Oficiales de 1.968 que sigue en vigor gracias a las maniobras de dilación de PP y PSOE antes, y de PP y Ciudadanos ahora, que evitan su sustitución. ¿Por qué aquí no desclasificamos los secretos oficiales automáticamente tras de un plazo determinado como en el resto de democracias? La propia ley nos impide saber qué intereses ocultos podía haber entonces para formular una ley tan restrictiva y oscurantista, igual que no sabemos qué intereses hay ahora.

Ni historiadores ni ciudadanos podemos acceder en España a archivos considerados secretos, pero sí podemos hacerlo en otros países para intentar saber, por ejemplo, qué pasó con las bombas de Palomares. Los secretos oficiales son eternos en España porque no hay ningún mecanismo automático que desclasifique como en otros países democráticos que establecen plazos. Aquí depende de la voluntad de la autoridad, que clasifica y desclasifica lo que quiere y cuando quiere. En Suecia son 40 años para cuestiones relativas a la seguridad del Estado, 70 para asuntos “sensibles” (¡o sea, los relativos a la salud, seguridad o sexualidad de los ciudadanos!). En el Reino Unido pueden verse los documentos de la época de Margaret Thatcher, aquí no. ¿Por qué el franquismo y la Transición siguen a oscuras? O quienes no desclasifican temen algo o adolecen de una falta de suelo democrático que debería proteger más al ciudadano que al Estado. Elijan ustedes.

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