La cara la tiene. Solo hay que
marcarle una ceja más que la otra y acentuar su palidez. Ángel Garó es el payaso listo. Falta poner su foto en Wikipedia
para ilustrar al payaso Carablanca: “guapo, elegante, petulante, a veces
autoritario y malicioso”. Garó es el enésimo juguete roto que cae atrapado en
la órbita de Telecinco, esa cadena que está siempre atenta a los últimos
estertores de las estrellas moribundas por si terminaran su carrera en forma de
supernova. Todo final es triste, pero si hay suerte y produce una explosión que
inunda momentáneamente toda la programación de luz y de color… y de
rentabilidad en las cuentas de resultados, ya no es tan triste.
Garó lo sabe porque no solo
parece el payaso listo, también lo es. Así que en medio del colapso
gravitatorio que está sufriendo su vida personal reclama una parte del pastel.
Llama a “Sálvame” y pide dinero por ser despellejado. Una, dos, tres veces:
quiero dinero; esto es lo que quiero, dinero; ¿y sabes cómo se paga?, ¡con
dinero! Tiene razón. ¿No es su luz la que ilumina las pantallas de los miles de
yonquis enganchados a Telecinco? Pues él quiere su parte. Alimentarse de su
propio estallido, autofagocitarse, es normal entre los personajes que Telecinco
tiene en nómina. Solo que estos no explotan incontroladamente: son
profesionales. Someten sus vidas a voladuras controladas bajo demanda: ahora me
caso, ahora me separo, ahora me opero esto, ahora me opero lo otro, ahora defiendo
a este, ahora me enemisto con aquel, ahora me distancio de mi familia, ahora…
Garó fue el otro día a “Sábado Deluxe”
de payaso listo a pasar por caja como le corresponde, pero no dio el
espectáculo esperado. Y no es eso. El payaso listo debe asumir que está ahí
para recibir tartazos. Que aprenda de Jorge
Javier Vázquez, que aun siendo el gran jefe de pista sabe atizar el fuego hasta,
si hace falta, quemarse. Lo último: defender que los niños deben ver la tele
hasta tarde porque meterlos temprano en la cama es una tontería. “En mi época nos quedábamos hasta la una de
la noche viendo 'Dinastía' y mira qué bien hemos salido”. En efecto,
Jorgeja, a la vista está.
1 comentario:
Doc james
Hola, mi nombre es Dr. James Henry del Hospital Universitario de la Universidad de Benin, soy especialista en Cirugía de órganos, y nos ocupamos de la compra de órganos a humanos que desean vender, y estamos ubicados en Nigeria, EE. UU. Y Malasia , pero nuestra oficina central está en Nigeria. Si está interesado en vender su riñón o vender cualquier parte de su órgano corporal, contáctenos para obtener más información. Contáctanos a través de
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Esperando saber de ti.
Saludos,
Dr. james
CEO
UNIVERSIDAD DE BENIN HOSPITAL DE ENSEÑANZA.
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