El problema del eurovisivo Manel Navarro es que, además de
eurocantar, eurohabla. Antes del eurofestival, por ejemplo, proclamaba su euroalegría
por actuar en el puesto 16 dando como razón que uno más seis es igual a siete,
y el siete es su número favorito. El hombre podía haber aprendido algo de su
eurofracaso, como que hay que abandonar las supersticiones, incluidas las que
solo se mantienen para parecer más guay. Y con más motivo cuando encima fallan.
O podía haber aprendido que está más guapo eurocallado. Pero no. Recordemos
algunas eurodeclaraciones realizadas nada más euroactuar. Primera: “Última posición, pero yo no me voy triste a
casa. Yo me lo he pasado muy bien. He disfrutado muchísimo”. Segunda: “Autocrítica, ninguna”. Y tercera: “Yo tampoco creo que haya que hacer un
drama. Ha sido una experiencia única. Lo voy a recordar toda mi vida para bien,
no para mal, así que yo me quedo con eso”.'
TVE debe tomar nota para el año
que viene. Hará girar su programación durante meses en torno a “Eurovisión 2018” y gastará un pastizal
del que no rinde cuentas ante nadie con un objetivo claro: que aunque no haya
dinero para chavales que quieren becas ni haya dinero para chavales que quieren
trabajar en investigación, sí hay dinero para que un chaval no se vaya triste a
casa, lo pase muy bien, disfrute muchísimo, viva una experiencia única, no haga
un drama de un fracaso tan grande que en toda su vida no volverá a tener la
oportunidad de vivir un fracaso mayor, y lo recuerde para bien y no para mal
porque autocrítica, ninguna.
Llegamos, así, a dos
conclusiones. Primera: que si el eurocantante eurogalleara pero se eurocallara,
su eurofracaso no sería tan grave. Él habría ido a reírse forzadamente mientras
le eurovacilaba Rodolfo Chikilicuatre
en “Late motiv”, y nosotros habríamos pasado la euroborrachera eurofestivalera
eurofelices por no haber euroganado y no tener que euroaguantar un eurotostón
euromayor el euroaño eurosiguiente como euroorganizadores de la eurogala de
euro2018. Y segunda: que visto lo fácil que es colocar “euro” como prefijo de
cualquier palabra para parecer más ocurrentes, pero resultando simplemente
insoportables, es mejor no volver a hacerlo más.
4 comentarios:
europrefijo más bien
Siempre certeuro Antonio Rico
Siempre certeuro Antonio Rico
Europrefijo corregido.
¡Muchas gracias!
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