Me llamaron tanto la atención las declaraciones de monseñor Francisco Cases, obispo de Canarias, que acudí corriendo a la web de RTVE para ver qué había pasado. En su comunicado Cases señalaba que, hasta este 27 de febrero, el día más triste de su estancia en las islas había sido el del accidente de Spanair de 2008 en el que fallecieron 154 personas; pero que el pasado lunes 27 se había convertido en el nuevo día más triste de su estancia en Canarias debido a lo ocurrido en la gala Drag del Carnaval de Las Palmas. Yo no vi la gala, pero, como había sido emitida por La 2, tendría que estar disponible en la página de RTVE a la Carta. ¿Qué podría ser peor que 154 muertos? A lo mejor un terremoto, un atentado terrorista, el desplome de un edificio, una epidemia de algún mal fulminante… Quizá los excesos del carnaval habían desembocado en hordas tumultuosas que arrasaron la ciudad. Se espera de un alto prelado de la Iglesia Católica que tenga un rastro de sensibilidad, un mínimo entendimiento para no banalizar ciento cincuenta muertes. Habría que ser muy pero que muy miserable para lamentar menos un accidente de aviación masivo que... yo qué sé... por inventarme algo, una blasfemia, por muy bestia que fuera. Seguro que Cases no es tan mezquino. Seguro que ese día en Las Palmas ocurrió alguna tragedia en donde las víctimas mortales se contaron por cientos y que por algún raro motivo no ocupó la primera página de los periódicos.
Pero resulta que la gala Drag ha desaparecido de la página web de RTVE. Nadie sabe por qué. Estuvo, pero se ha retirado. El Consejo de Informativos del ente público ha denunciado la situación y pide explicaciones. A lo mejor es algo parecido a lo que ocurrió en la televisión norteamericana tras el 11-S, y nuestra televisión pública no quiere ofrecer imágenes terriblemente sangrientas y dolorosas de los fallecidos. Y a lo mejor, no, a lo mejor ni siquiera hubo fallecidos y el club al que pertenece el obispo susodicho tiene algo que ver en la misteriosa desaparición. El caso es que, por una u otra cosa, sigo sin enterarme de qué horror -¡peor que un accidente con 154 muertos!- ocurrió en aquella gala. ¿Alguien puede contármelo? Tengo curiosidad por saber si monseñor Francisco Cases es alguien con valores deseables en nuestra sociedad o es un psicópata con la altura moral de una rata de alcantarilla.
¡Fue sangrante, Antonio!¡No te lo podrías creer, de haberlo visto! Yo no suelo acudir a los actos carnavaleros ni los veo por televisión, pero me llegó el vídeo y me quedé horrorizado: ¿cómo se puede permitir en un CARNAVAL que se satirice sobre lo divino y lo humano, que se haga burla, chanza y crítica de cualquier cosa? ¿Dónde vamos a llegar?
ResponderEliminarAhora, en serio, solo una mente enferma pudo sentirse ofendida por esas imágenes (que ni siquiera eran originales, sino un tributo al maravilloso vídeo de Madonna); de hecho, solo he visto y oído quejarse a personajes de los que estoy seguro de que son tan talibanes y tan fundamentalistas como los de la otra "religión" (ya sabes, los de las bombas y eso; a este paso, los "nuestros" van a seguir este mismo camino: de momento fletan guaguas con eslóganes vomitivos, pero todo se andará...)
Un saludo
Pd.: el chaval que hizo la actuación estaba "guapísima" de virgen, mucho más que al natural