Tardaba en llegar y llegó. Un
“Cámbiame” con perros. Quiero decir, con dueños de perros. Bueno, un “Cámbiame”
para que cambien los dueños de los perros cambiando también al perro. Cambian,
ya saben, como cambian las cosas en “Cámbiame”: de mentira. Así los
participantes aparentemente hacen algo con su vida sin tener que tomarse la
molestia de hacerlo realmente. Para qué ocuparte de ti mismo si Telecinco te lo
da hecho. Para qué preocuparte por nada si Mediaset te llena de aplausos. Y si
es con perro, mejor. Lucirás más si también dan un repaso de chapa y pintura al
perro.
Martha estaba harta de que su perro Donald la eclipsara acaparando todos los halagos. “Quiero que se me vea”. Dicho y hecho. Gomina,
maquillaje y vestido para ella. Deslanado, baño y cepillado para él. Aplausos y
que pase el siguiente. El perro es como un bolso, un cinturón o una diadema: un
complemento. Si quieres cambiar, ya no solo te hacen mil perrerías a ti, pero
también a tu perro. Aunque en “Cámbiame” deben tener en cuenta que hay
limitaciones.
Si se trata de cambiar al amo
para que esté guapo, se puede modificar todo lo que se quiera si se limita al
cuerpo, al fenotipo, pero no se puede actuar sobre el genotipo. Está bien visto
actuar sobre el peinado, el vello facial o el tabique nasal de los humanos,
pero nada de selección artificial. ¿Quieres ese color de ojos?, pon lentillas y
andando. Estilistas: albañilería la que queráis, pero los planos son sagrados.
Ahora bien, si se trata de cambiar al perro para que el amo esté guapo (una
industria muy floreciente) empiezan a ponerse restricciones para actuar sobre
el fenotipo (por ejemplo, cortar el rabo) pero hay barra libre si se actúa
sobre el genotipo. Da igual que el resultado de milenios de selección
artificial sean aberraciones biológicas como lo son decenas de razas y millones
de perros condenados a una vida horrible y enferma, lo importante es que sus
amos estén contentos y luzcan bien. ¿Quieres ese color de ojos?, selección
artificial y que se jodan. En esto acabaron los lobos. ¡Ay, cuánto los queremos
porque a quien de verdad queremos es a nosotros!
Embelezar a tu perro va más allá de su aspecto. Ofrecerle la mejor comida y mantener rutinas de cuidado esencial como baños, cepillado y ejercicio, garantiza su salud y bienestar en todo momento.
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