21/2/17

TODAVÍA HAY ESPERANZA

¿Había perdido usted la esperanza de que se pudiera ser de izquierdas sin ser mojigato, cursi, puritano, ñoño, pedante, relamido, snob y un almacén de clichés y de eslóganes adolescentes? ¿Recuerda con añoranza la época en la que la izquierda no dedicaba los minutos impares a llorar avergonzada por cualquier chorrada pidiendo perdón y los minutos pares a llorar ofendida por cualquier estupidez exigiendo que se lo pidan? ¿Cree que no sólo no es cierto que todas las ideas merecen respeto, sino que la clave es entender que ninguna lo merece? ¿Se resiste a abandonar la izquierda pero teme que acabe haciéndolo si ésta sigue colocándose a la derecha de la derecha en su defensa del subjetivismo, el individualismo, el victimismo y la irracionalidad? ¿Le gustaría pensar que cabe la posibilidad de que vuelva el día en el que se pudieran distinguir en una prueba ciega los eslóganes de los partidos de izquierda y los eslóganes de El Corte Inglés? ¿Está a esto -y acerco el índice y el pulgar dejando solamente un milímetro entre ellos- de tirar definitivamente la toalla?

¡No lo haga! ¡Deténgase y busque cuanto antes “Real time with Bill Maher”, el talk show de la HBO que le devolverá la confianza en la especie humana y le mostrará que aún quedan zonas de sensatez en donde el rechazo de las tonterías tradicionales no implica el abrazo a las tonterías nuevas! Lo emite Series Xtra (dial 12) en Movistar+ con unos precisos subtítulos y seguro que se puede encontrar por mil lados más. Una ametralladora continua de orgullosa inteligencia en la que un día charlas con Neil deGrasse Tyson, otro con Seth MacFarlane, otro con Salman Rushdie, y todos con Bill Maher, el más lúcido forense de la difunta realidad política norteamericana. Es cierto, ganó Trump, el primer presidente de los EE.UU. que serviría para ilustrar en una enciclopedia el estricto significado etimológico de “idiota”. Pero también tenemos a Bill Maher cada semana desatascando el sistema con los ácidos corrosivos necesarios que la situación requiere. No se dé por vencido. No está solo. Somos muchos más de los que parece. “Real time with Bill Maher”. Todavía hay esperanza.

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