No podemos despedirnos de 2016
sin hacer un balance del gran acontecimiento mediático, social, económico,
político, lúdico y, esto… ah sí, deportivo del año: los JJ.OO. de Río. La labor
realizada por TVE recibió diferentes valoraciones. El Consejo de Informativos
de TVE denunció que la “falta de
planificación, ineptitud e irresponsabilidad” en la gestión permitió que,
tras contar La 1 en directo cómo Mireia
Belmonte ganaba una medalla de oro, esta misma cadena abrió sus
informativos matinales reemitiendo el mismo informativo que Canal 24 Horas
llevaba reemitiendo en bucle toda la noche y que ni nombraba la cita olímpica.
Sin embargo, el presidente de RTVE, José
Antonio Sánchez, resaltó que el trabajo se había realizado “con la máxima dedicación y coordinación”,
incidiendo en la “labor de equipo”
como “parte de la familia olímpica
española”. ¿“Coordinación”? ¿“Familia olímpica”? Ay, ay, ay.
Se puede intentar evaluar Río
2016 de forma más objetiva recurriendo al medallero, pero no podemos olvidar
que es un invento del Tercer Reich en la Olimpiada de Berlín de 1936 para glorificar
la raza aria. Hay propuestas más modernas que prefieren relacionar el medallero
con la población del país, su PIB, su renta per cápita, su gasto en política
deportiva e incluso en I+D (alguno dirá que por ese rentable asuntillo del
dopaje). Pero hay otras posibilidades.
Mientras que a Londres 2012 viajó
un puñado de directivos de TVE y por apenas unos días, a Río 2016 viajaron un
montón, varios acompañados de sus parejas (y, a veces, hijos), que pagaron el
viaje pero no la habitación. Hay quienes prolongaron su estancia en familia una
o dos semanas más. Algunos nombres: Eladio
Jareño, director de RTVE; Yolanda
García Cuevas, directora de Deportes; David
Valcárcel, director de Medios. Podíamos evaluar la labor de TVE
relacionando los números de nuestro medallero con el de directivos que viajaron a reírse de Janeiro realizando tareas de “coordinación” junto con la (y con su) “familia olímpica”. Y sin enfadarnos:
TVE movilizó a más de 30 personas y gastó más de un cuarto de millón de euros
para la final de la Liga de Campeones entre el Atlético de Madrid y el Real
Madrid y eso que ni siquiera tenía los derechos de retransmisión. ¡Vivan los
valores del deporte!
No hay comentarios:
Publicar un comentario