Les voy a contar la causa del desplome de Podemos en las últimas elecciones, pero antes, para ello, necesito hablarles un momentito acerca de “American Beauty”, la increíble película de Sam Mendes de 1999 que empezaremos a ver estos días en esa cadena que por sí sola justifica la existencia de la televisión y que se llama TCM.
“American Beauty” es una reflexión sobre todos los aspectos importantes de la vida, pero en estas líneas defenderemos que “American Beauty” es ante todo una reflexión sobre el papel que las fantasías desempeñan en la vida del ciudadano actual. Lester afronta sus cuarenta años en medio de una existencia gris y solitaria en donde ningún aspecto -ni el laboral, ni el familiar, ni el social, ni el sexual…- funciona satisfactoriamente. Y en esa situación la aparición de Angela -una amiga de su hija, atractiva y aparentemente promiscua- pega un puñetazo al tablero, y hace que todo comience a girar alrededor de fantasías sexuales pobladas de rosas y de Angela y del empeño por conseguir como sea acostarse con la joven. Lester, claro está, es el electorado de izquierdas, y Angela, por supuesto, es Podemos. Pero Sam Mendes entiende tan bien el alma humana que sabe que la persecución de una fantasía no tiene por qué tener que ver con su satisfacción cuando llega el momento. Las fantasías enseñan su cara buena cuando están lejos y su cara mala cuando finalmente las rozamos con los dedos. No soñamos con asaltar los cielos para asaltarlos, sino por la satisfacción que nos produce ser alguien que sueña con asaltar los cielos. Lester jugó a querer acostarse con Angela mientras no podía hacerlo, como el electorado de izquierdas jugó a votar a Podemos siempre que no pudiera ganar. Pero cuando Angela se desnuda y se ofrece a Lester, el pobre hombre se retira, le arropa y le prepara un sándwich.
Angela -Pablo Iglesias- llora despechada y dice “me dijiste que era bonita. Me siento estúpida”. Lester -usted y yo- la consuela. Pocos minutos después un vecino facha y atormentado por mil complejos mata a Lester de un tiro en la cabeza.
Maravillosa película y gran análisis,a mi me sorprendió hasta donde puede llegar esa gran hipocresía al no saber coordinar nuestros deseos con la realidad que nos rodea.
ResponderEliminarPor el contrario espero que Podemos tenga mas oportunidades para ilusionarnos y sea capaz de gestionarlas sanamente.
Suscribo el texto y el comentario de Castrillo. Muy bueno
ResponderEliminarSuscribo el texto y el comentario de Castrillo. Muy bueno
ResponderEliminarA mi juicio, el análisis iba bien... hasta el final. Lester no se retira, sino que Angela le revela (oh sorpresa!) que a pesar de sus fanfarronadas es virgen, está llena de inseguridades (necesita que le digan que es guapa) y que, a pesar de desear llegar a consumar el acto, está acongojada y se ve incapaz de ello. Es entonces cuando Lester, considerado, se hace a un lado y le ofrece el sandwich. Pero tal como yo lo veo, él lo habría hecho con mucho gusto. Siguiendo el símil, es como si Podemos de repente confesara que lo suyo en realidad no era llegar al poder, mientras que los votantes sí estaban por la labor. Es decir, justo al contrario de lo que aquí se plantea. Por lo tanto, no puedo estar de acuerdo con la identificación hecha, si bien suscribo los comentarios acerca de fantasías y realidades.
ResponderEliminarSuscribo plenamente el anterior comentario. A mi no se me hubiera ocurrido comparar semejante guion con el el devenir de Unidos Podemos!! Me parece mas de tremending topic que otra cosa!
ResponderEliminarSuscribo plenamente el anterior comentario. A mi no se me hubiera ocurrido comparar semejante guion con el el devenir de Unidos Podemos!! Me parece mas de tremending topic que otra cosa!
ResponderEliminarEl vecino facha y atormentado es el PSOE
ResponderEliminarHay sandwiches? Donde? Ñam...
ResponderEliminarHay sandwiches? Donde? Ñam...
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