Hay que felicitar a Cuatro por la
no emisión de un programa que ha tenido el acierto de no emitir justo en el
momento que más falta hacía: nunca. Queda raro decirlo, pero es así. Muchas
veces criticamos lo que hay en la tele porque no vale todo. Otras criticamos lo
que no hay porque la tele tiene una función social que cumplir dando cuenta de
asuntos que se olvidan o esconden. Cuando hay suerte, toca alegrarse por las
cosas bien hechas, a lo que se añade la gratificación de ayudar a su
conocimiento y difusión. Pero nunca nos acordamos de felicitar a quien acierta
no metiendo la pata, a quien triunfa quedándose quieto, a quien toca el cielo
por omisión.
Pues bien, tras varios meses
trabajando en “Proyecto Bullying”, un programa en el que en varias entregas se
muestran diferentes casos reales de acoso escolar a menores de edad en centros
educativos españoles, Cuatro optó por la prudencia en un asunto tan delicado y
no lo estrenó sin más. Se tomó la precaución de remitir las imágenes a las Fiscalías
de Menores de las provincias donde se grabó, que indicaron a la cadena que iba
por mal camino. Aquello no gustó, pero aunque ya había desenfundado, Cuatro prefirió
volver a enfundar sin disparar para no herir a nadie. Gracias a eso,
felicitamos a la cadena en vez de saltarle al cuello.
José Javier Huete, fiscal encargado de coordinar las distintas
fiscalías provinciales de menores, explicó estos días en un curso de verano lo
peligroso de “Proyecto Bullying”: se podía identificar a los menores y los
centros grabados, se utilizaban cámaras ocultas en mochilas dentro de los
colegios de forma inadecuada, se recreaba en las conductas violentas repitiendo
los insultos y las frases hirientes hasta el hastío, el afán por conseguir
imágenes duras llegaba a bordear la inducción al delito, y cerraba presentando
los casos como felizmente solucionados cuando no era así.
Perseguir el acoso merece una
felicitación. No emitir un programa que disfraza como denuncia y servicio
público una mierda pinchada en un palo que usa a los niños para sus propios
intereses, también.
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