Exijo que TVE pida perdón por pedir perdón por un gag banal de José Mota. Tengo todo el derecho a que se me tenga tan en cuenta como al espectador que escribió al espacio “RTVE responde” para quejarse por un trivial chiste de médicos. Me ofende que alguien se haya ofendido y me ofende más que mi televisión haya accedido a disculparse. Considero que no sólo se puede hacer humor sobre las desgracias humanas –enfermedades, muertes, gobiernos, catástrofes- sino que se debe hacer humor sobre estas cuestiones, ya que es una forma de aliviar la parte más dolorosa de la vida y marcar cierta sanísima distancia emocional respecto de estos terribles asuntos que tarde o temprano nos alcanzarán a todos. Esta creencia está profundamente arraigada en mí y cualquiera que la ponga en cuestión me ofende. Si ese espectador no tiene por qué soportar sus ofensas, yo tampoco.
Ya está bien, carajo. Ya está bien de hacer concesión tras concesión al puritanismo, al infantilismo y al victimismo más rancio. Ya está bien de tanto cenizo que usa su debilidad de una forma tan perversamente agresiva. En el siglo XIX los ofendidos nos retaban a duelos al amanecer, ahora nos intimidan con la constante amenaza de echarse a llorar y obligarnos así a arrojarnos a sus pies para pedirles perdón, sin que quepa pararse un momento a pensar si verdaderamente se les ha perjudicado o sólo se ha rozado la permanente carne viva del narcisismo epidémico bajo el que alguna gente vive. Tras ver el gag de José Mota nadie en su sano juicio puede llegar a otra conclusión: lo que tiene que hacer el que se haya sentido ofendido es a-guan-tar-se. Y replantearse su educación. Punto.
Porque si no, nosotros también querremos usar esa llave mágica que todo lo consigue: también vamos a ofendernos. Si no hay otra forma, defenderemos así un mínimo espacio estimulante e inteligente donde vivir la libertad. Enviemos cartas a “RTVE responde” exigiendo que se nos pida perdón por haber pedido perdón. Confrontemos las ofensas y obliguemos a Televisión Española a desairar a una de las partes ofendidas por defender a la otra. ¿Cuánto se apuestan a que son nuestras ofensas las que les van a importar una mierda?
Antonio, dices "ahora nos intimidan con la constante amenaza de echarse a llorar y obligarnos así a arrojarnos a sus pies para pedirles perdón".
ResponderEliminarNo, es mucho peor. Si sólo esa fuera la amenaza, pues bueno, otra que echarse a la espalda. El problema es que hay colectivos a quienes la ley ha "altarizado" de forma que las amenazas adquieren forma. Forma de multa, forma de presidio, forma de antecedente penal. Desde las ofensas a la corona pasando por las ofensas a los sentimientos religiosos, a las víctimas del terrorismo, a la mujer, a las FSE, a... Al final, llegará la ley de ofensas a "todo lo que se menea" y seremos un país "indignation free" pero, perdón por la ofensa, una soberana mierda.
Deberías pedir perdón por este artículo.
ResponderEliminarTodavía quedan algunos colectivos que no se indignan. Imagínense aquella canción de "que se mueran los feos" con uno de estos colectivos hipersensibles.
Pues yo no he visto la ofensa por ningún lado. Si ves la ofensa, es porque no ves el humor. Y si no ves el humor... Tu vida es una mierda porque lo quieras o no, te engañen o no, seas consciente o no... Vas a morir. Como todos.
ResponderEliminarHay un artículos muy interesnate en inglés en este enlace:
ResponderEliminarhttp://www.theatlantic.com/magazine/archive/2015/09/the-coddling-of-the-american-mind/399356/
El concepto de microagresión lo está magullando todo.
Muy buen artículo! Estoy totalmente de acuerdo contigo, el humor es humor, no es ni una degradación, ni una humillación, ni un menosprecio, solo humor.
ResponderEliminarCiertas personas parece que no entienden los códigos y el contexto, la baja autoestima y un mal autoconcepto hacen el resto.
Es intolerable que un medio de comunicación público, de todos los españoles, rectifique pidiendo disculpas por petición de un solo ofendido. Es una "bajada de pantalones" en toda regla que ha dejado con el culo al aire a José Mota.
El sketch no representa ni a TVE ni a José Mota, en todo caso representará el humor de José Mota. Si no te gusta no lo veas.
A mi tampoco me gusta Mujeres, Hombres y Viceversa pero no escribo cartas a Telecinco denunciando la imagen denigrante que ofrecen de los jovenes, a los que tratan como a floreros. Simplemente no lo veo.
Quien se ofende es gilipollas. Y no pienso pedir perdón por llamar gilipollas a un gilipollas.
ResponderEliminarse concede el perdón siempre a lo que se puede renunciar, es decir, a lo banal.
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