Hermanos pastafaris: el reino del Monstruo del Espagueti Volador está cada vez más cerca. Los pastores de nuestra fe ya pueden celebrar bodas en Nueva Zelanda. En Austria y en la República Checa se permite que nuestros correligionarios aparezcan en los carnets oficiales con fotos en las que llevan nuestro venerado colador sobre el pelo, -igual que hacen los creyentes en otros credos, todos caracterizados por su obsesión por ponerse objetos curiosos en la cabeza-. La Cámara de Comercio holandesa reconoció oficialmente hace pocas semanas al Pastafarismo como una religión del Estado. Desde la humildad que nos confiere poseer un conocimiento revelado absoluto acerca de la esencia de todo lo que existe, existió y existirá, creemos que ha llegado el momento de que TVE nos conceda uno de sus espacios matutinos de los domingos dedicados a las religiones minoritarias.
Entre las nueve y las doce de la mañana dominicales la segunda cadena de nuestra televisión pública se convierte en una parada mamarracha que pretende recoger cuantas sensibilidades haya en nuestro país respecto al hecho religioso. Cuantas sensibilidades haya respecto al hecho religioso menos las de los ateos, por supuesto, que no cuentan ni con medio segundo en dicho desfile de memeces para poder decir “Dios no existe” con la tranquilidad con la que dicen “Dios existe” los católicos. Ni los ateos ni nosotros, los pastafaris, tenemos aún hueco en la televisión de todos. Y eso que nuestro dios no es más ridículo que el de los judíos, nuestros ritos no son más absurdos que los de los musulmanes, nuestros textos sagrados no tienen menos indicios de verosimilitud que los de los evangélicos. Creemos en un ser supremo hecho a base de albóndigas y espaguetis, ¿no será mejor comerse eso todos los domingos que la carne y la sangre de un paisano de Oriente Medio de hace dos mil años?
“Pastafari TV” ya en TVE. Al lado de “Buenas noticias TV”, “Islam hoy”, “Shalom” y “El día del Señor”. Coladores junto a solideos, taqiyas y kipás. Que la nuestra también es una religión de paz.
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