MALOTE

Luis Tosar es malote. Él es así. Por eso suele interpretar en el cine papeles de malote. Tiene cejas de malote. Calva de malote. Cuando habla tiene el típico tono de voz que tienen los malotes. Y dice cosas de malote. Con la entonación de los malotes. Y su chulería. Y su lenguaje corporal. De malote. Tú tecleas “malote” en Google y salen Luis Tosar y Javier Bardem. De hecho, alguien debería confirmar la impresión que tengo de que el propio término “malote” apareció en nuestro lenguaje cotidiano coincidiendo con la llegada de Luis Tosar al cine. Puede mostrarse simpático, pero como se muestran simpáticos los malotes. Puede decir algo amable, pero su voz se apagará al final de la frase dejando un regusto grave y malote a carraspera.

Voll Damm es una cerveza para malotes. Tiene doble no sé qué, que al parecer es algo muy de malotes. Su imagen de marca es muy de malotes. Su etiqueta, su chapa, hasta si la miras al trasluz ves que es algo más oscura que otras cervezas, lo cual es claramente un indicio de que es una cerveza pensada para malotes. Las demás cervezas se anuncian destacando su frescura, la diversión que producen en quien las bebe, playitas, veranos en el Mediterráneo, juventud, risas entre amigos al atardecer… Pero Voll Damm siempre hace campañas para malotes. Ella es así. Para malotes que son ellos mismos siendo muy malotes. Para malotes que son muy malotes porque son ellos mismos. Es lo que tiene ser malote.

Así que era inevitable, era una mera cuestión de tiempo que Luis Tosar acabara anunciando Voll Damm. Aunque el resultado sea uno de los anuncios más ridículos de esta temporada. Aunque todo el metraje resulte artificioso, forzado, retorcido y provoque ganas de beber Nestea. Cuando uno es malote no tiene que preocuparse de nada más. Basta con ser malote para tener tu cuota de mercado asegurada, seas un actor, una cerveza, una cerveza anunciada por un actor muy malote o un actor anunciando una cerveza muy malota. Guau, qué malote es Luis Tosar anunciando Voll Damm. Señor, qué aburrimiento.