¿Qué fue de los cien días de
confianza? ¿No habíamos quedado en que hay que conceder cien días de margen a
quien estrena cargo público antes de saltarle al cuello? Si se concede este
período a Gobiernos, alcaldes y presidentes, ¿por qué no concedérselo a Eladio Jareño, nuevo director de TVE
que aún no dijo ni pío y ya le están saltando al cuello?
La responsabilidad que asume es
tan grande que deberíamos darle un voto de confianza y no hacer caso a quienes denuncian
que “sus antecedentes profesionales y
partidistas le incapacitan para ser director de TVE”, a quienes le acusan
de ser “una persona con un acreditado
perfil partidista, censor y manipulador”, a quienes añaden que comenzó su
carrera como “coordinador de presidencia
y comunicación” del PP catalán y “una
de las personas de máxima confianza de su presidenta, Alicia Sánchez-Camacho”, a quienes recuerdan que al poco de
llegar a dirigir la tele catalana, de donde viene ahora, “despidió fulminantemente a la periodista Cristina Puig que se quejaba de la falta de pluralidad de los
invitados en el programa que moderaba, ‘Debat de la 1′, y había discutido la
conveniencia de determinadas entrevistas por injustificadas periodísticamente”,
a quienes le echan en cara que “en
noviembre de 2015, la Justicia declaró el despido improcedente”.
En realidad cien días de
confianza son pocos, habría que darle doce meses. Un tiempo durante el cual
pudiera demostrar su valía haciendo nada. Porque al frente de TVE hace falta un
tío capaz de no hacer nada durante un año y mantenerse firme aunque la presión
sea grande. Ese es el tiempo durante el cual, según recoge el contrato firmado
con la productora de “En la tuya o en la mía”, TVE puede ejercer su derecho de
tanteo igualando cualquier oferta que reciba aquella para así retener el
programa en la parrilla de TVE. Así que ánimo, Jarreño. Aprende del gran Mariano Rajoy a enfrentarte a los
problemas haciendo lo más difícil: nada de nada. Y a Bertín Osborne que huye, puente de plata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario