Tras el éxito de “No soy racista, pero…” y “No soy machista, pero…” llega “Soy liberal, pero…”. Una nueva versión del clásico “Excusatio non petita, accusatio manifesta” traducida al moderno formato “Excepción no pedida, acusación manifiesta”. Su lanzamiento oficial tuvo lugar con motivo del estreno del programa “Cintora, a pie de calle” (noche de los lunes en Cuatro) del periodista Jesús Cintora, que vuelve a la cadena en la que había sido cesado hace apenas un año como presentador de “Las mañanas de Cuatro”.
Fue este estreno (dedicado a la
economía sumergida y titulado “Vivir en negro”) el que hizo posible la
escenificación de un “Soy liberal, pero…” de manual. El economista Daniel Lacalle, habitual defensor del
neoliberalismo en programas sobre política y economía, denunciaba tras la
emisión del espacio que es defensor de la libertad de editar, pero… habían
manipulado sus palabras; que han sacado otras intervenciones palabra por
palabra y le parece muy bien, pero… a él le habían editado de modo agresivo;
que concede y firma la libertad de edición, pero… hay que ser por lo menos
equidistante; que le parece muy bien que cada uno haga lo que quiera porque es
defensor del libre mercado, pero… que no se haga una edición tan desequilibrada.
En definitiva, que es defensor del liberalismo, pero… cuando es él quien nota
en sus carnes que quien tiene la sartén por el mango puede freír sin
contemplaciones a quien no puede defenderse, ya no le gusta tanto y suspira por
el equilibrio y la equidistancia, ¿será eso la igualdad?
Si Cuatro buscaba lanzar el
programa con la polémica, les ha salido mal: apenas ha trascendido y “Malditos
deberes”, la entrega de mañana, no sale con ventaja. A ver si Lacalle tiene más
suerte y el deslumbrantemente siniestro Julián
Hernández o el oscuramente luminoso Nacho
Vegas lo incorporan en sus brillantes versiones del “Love me, I'm a liberal” de Phil
Ochs: “Defiendo el libre mercado,
pero menos al editar. Ámame, ámame, ámame, soy un liberal”.
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