Si, como dice Aristóteles en la “Poética”, lo que está más condensado gusta más
que lo diluido en mucho tiempo, de forma que Sófocles no mejoraría su “Edipo” si la tragedia se extendiera a
tantos versos como la “Ilíada” de Homero,
entonces “Likes”, el programa de Canal #0 (Movistar +) presentado por Raquel Sánchez-Silva y basado en
virales, memes, “gifs” animados, “trending topics” del día y demás neochorradas
superfuertes gustará más que la enorme producción diaria de memes, “gifs”
animados y tal y tal que llenan internet como Cristiano Ronaldo llena sus estadísticas con goles intrascendentes
que no ganan títulos. Las neochorradas condensadas de “Likes” como ese policía
que se parece a Leonardo DiCaprio pueden
ser soportables porque, al menos, nos evitan comparar los memes del día con los
versos de Homero. Otra cosa es tener que aguantar a Chenoa, a Mario y a sus
aburridas circunstancias.
La siempre sonriente Raquel Sánchez-Silva afirmó, antes del estreno de “Likes”, que su obligación como presentadora del programa es conseguir que Chenoa sea más Chenoa que nunca, y que Mario sea más Mario que nunca. Cielo santo. El propósito de Raquel es inquietante porque significa que, hasta ahora, no hemos visto a la auténtica Chenoa y al auténtico Mario. O puede que sí. Puede que Raquel quiera ser como esos entrenadores que aspiran a que sus jugadores den el ciento diez por ciento de sí mismos en el terreno de juego, de forma que si hasta ahora conocíamos a Chenoa y a Mario al ciento por ciento, gracias a “Likes” podremos disfrutar de una versión extendida de las cosas de Chenoa y de Mario. Glup. Creo que no es necesario tanto esfuerzo. Al igual que el “Edipo” de Sófocles no mejoraría si se extendiera a tantos versos como la “Ilíada” de Homero, la versión que ya conocemos de Chenoa y Mario no mejoraría si, como pretende Raquel, se extendiera más que nunca. Nos basta con Mario, ese humano que promete desnudarse si consigue no sé qué y que no sólo presume de no conocer a Íñigo Errejón sino que ni siquiera es capaz de recordar su apellido veinte segundos después. No hace falta que “Likes” se esfuerce en mostrarnos a un Mario más Mario que nunca. Gracias.
La siempre sonriente Raquel Sánchez-Silva afirmó, antes del estreno de “Likes”, que su obligación como presentadora del programa es conseguir que Chenoa sea más Chenoa que nunca, y que Mario sea más Mario que nunca. Cielo santo. El propósito de Raquel es inquietante porque significa que, hasta ahora, no hemos visto a la auténtica Chenoa y al auténtico Mario. O puede que sí. Puede que Raquel quiera ser como esos entrenadores que aspiran a que sus jugadores den el ciento diez por ciento de sí mismos en el terreno de juego, de forma que si hasta ahora conocíamos a Chenoa y a Mario al ciento por ciento, gracias a “Likes” podremos disfrutar de una versión extendida de las cosas de Chenoa y de Mario. Glup. Creo que no es necesario tanto esfuerzo. Al igual que el “Edipo” de Sófocles no mejoraría si se extendiera a tantos versos como la “Ilíada” de Homero, la versión que ya conocemos de Chenoa y Mario no mejoraría si, como pretende Raquel, se extendiera más que nunca. Nos basta con Mario, ese humano que promete desnudarse si consigue no sé qué y que no sólo presume de no conocer a Íñigo Errejón sino que ni siquiera es capaz de recordar su apellido veinte segundos después. No hace falta que “Likes” se esfuerce en mostrarnos a un Mario más Mario que nunca. Gracias.
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