Te ignoran durante décadas. Te acusan de haber realizado el peor cine de la historia de España. Consideran que eres el responsable de que el término “españolada” haya sido durante muchos años sinónimo de “mal cine” y eso haya perjudicado notablemente la rentabilidad económica del cine nacional. Apareces en todos los textos de cinematografía asociado a un estilo de películas vulgares, de consumo rápido, meramente comerciales y alejadas de cualquier contenido artístico. Se te considera ideológicamente complaciente con antiguos regímenes y representante de los valores más rancios de la España más casposa. Se te identifica con el landismo, término de cuyo significado peyorativo logró librarse hasta el mismísimo Alfredo Landa mientras tú seguías cargando con él. Se te identifica con el destape, término de cuyo significado peyorativo nadie ha conseguido librarse ni lo conseguirá al menos hasta que María José Cantudo sea una venerable ancianita. No se te estudia en ninguna escuela de cine. Tu lista de actores habituales forma el grupo de intérpretes con menores reconocimientos por parte de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España del que se tenga constancia. Se destaca que llegaste a rodar seis películas en un año, que es el tiempo que tarda Víctor Erice en decidir el encuadre de cada uno de sus planos. Tu asociación con Andrés Pajares y Fernando Esteso da lugar a un porrón de películas de las que el cine académico se avergüenza desde el primer fotograma de la primera hasta el último fotograma de la última.
Y ahora, casi con noventa años, se te concede el Goya de Honor 2016 –que en su día recibió gente como Concha Velasco, Antonio Mercero, Rafael Azcona o Juan Antonio Bardem- y todos los asistentes a la ceremonia de entrega de los premios de la Academia, -entre los cuales se encuentran premios Nobel, actores internacionales, ministros- te rinden de pie una larga ovación. Dinos, Mariano Ozores, ¿cómo hiciste para no pegar un corte de manga a los allí presentes y poner definitivamente las cosas en su sitio?
Muy acertado
ResponderEliminarVulgaridades aparte, Santiago Segura es el "nuevo" Mariano Ozores. Sin entrar a valorar la calidad de sus películas, desde luego se le ha reprochado por su saga de "Torrente" cuando el solito consiguió atraer el público al cine, y que los jóvenes eligieran una "españolada" frente a las "americanas" contra las que competía en cartelera. Además de batir records de espectadores y recaudación en cada una de sus películas. Tal vez otros directores más sesudos de la academia no han podido o sabido atraer en toda su cinematografía, lo que el Sr. Segura en una sola. Pero claro no son películas de calidad. Justo el mismo argumento que han utilizado para denostar al Sr. Ozores. Cuanta envidia hay en la academia del cine. Y luego nos quejamos...
ResponderEliminarCreo que el haber estado allí, el haber recibido el Goya y la ovación, fue el mejor corte de mangas que podía haber hecho. Y es que el ver reconocida su carrera después de toda la mala fama que ha tenido ha sido un reconocimiento a un cine que sería mejor o peor, más o menos artístico, pero en el fondo un cine que llenó salas y que conectó con el público de su época. Para mi, Mariano Ozores fue un mal artista, pero un gran profesional.
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