Paz Padilla vomitó sangre en el plató de “Sálvame” el Día de los
inocentes. Para que no pareciera que hablo de una vieja noticia ocurrida hace
ya una semana podría disfrazar este artículo de carta a los Reyes Magos, podría
presentarlo como un propósito para el nuevo año 2016 o podría hablar de la
impresión que acaban de llevarse los extraterrestres que ven “Sálvame” en el gran
aparcamiento de OVNIS que hay a una semana luz de la Tierra, donde ahora mismo
llega esa señal de Telecinco. Pero no lo haré. No quiero distraer de lo
verdaderamente importante: la mala baba de la inocentada de Paz Padilla
vomitando sangre en el plató de “Sálvame”.
Para empezar, está muy feo jugar
con la ilusión y el trabajo de tus compañeros de pocilga. Todos se llevaron un
buen susto en directo, pero Rosa Benito,
Lydia Lozano y Terelu Campos fueron quienes peor lo pasaron al ver que el incontrolable
ataque de tos de Padilla terminaba en un vómito de sangre. Benito había dado
meses atrás un espectáculo bochornoso al abandonar el espectáculo bochornoso en
el que trabajaba en Telecinco, pero al ver que nadie más le pagaba por dar
espectáculos bochornosos dio el espectáculo bochornoso de volver a trabajar en
el mismo espectáculo bochornoso. ¿Qué sería de ella ahora? Lozano queda paralizada
al creer que el programa colapsaría y tendría que volver a trabajar de
yleniacarrisinóloga, un antiguo oficio ya abandonado por ser poco rentable.
Terelu, vestida de butifarra, pasó tanto miedo al paro que, descubierto el
engaño, sufrió un ataque de sinceridad: “¡Estáis
mal de la cabeza!, ¡estáis locos!, ¡una inocentada!, ¡qué hijos de puta!”.
Pero peor que jugar con la
ilusión de tu piara es hacerlo con la de quienes anhelamos el final de
“Sálvame”. Entre el público, detrás de Padilla broncorrágica y de Lozano
boquiabierta, una señora feliz muerta de risa se delataba como uno de los
nuestros. Fue una crueldad hacerle volver a casa derrotada después de haber
tocado el cielo viviendo en directo el principio del fin de “Sálvame”.
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