El Pequeño Nicolás se pasó la noche del estreno de “Gran hermano VIP 4” repitiendo que le llamaran
Fran. Un despropósito porque, como la fama, cómo te llamen los demás no depende
de ti mismo sino de los demás. Mejor fue cuando dijo que entraba en “GH VIP” a
demostrar quién es realmente para que la gente le conociera como realmente es. Mentira.
Entra por dinero. Realmente por dinero. Unos dicen que le pagan 3.000 euros al
día, otros que 4.000. Sea como sea, lo importante es que aunque asegura que le
gustaría seguir acudiendo a misa todos los domingos, es evidente que prefiere
el encierro del programa. El dinero, pájaro en mano; la salvación eterna,
ciento volando.
Veamos a los demás. Cuando el
presentador Carlos Lozano quedó
fuera de “Operación Triunfo” tuvo que emigrar a Perú a trabajar. Ahora asegura que
ha decidido entrar en “GHVIP” “porque en
la vida hay que ser atrevido”. Mentira. Entra por dinero. Porque está en
paro, o, como él lo llamó, “en tierra de
nadie”. El cocinero Julius dice
que entra en la casa con el reto de “conseguir
que hasta el menos cocinillas sea capaz de hacer platos dignos de un marqués”.
Mentira. Entra por dinero. ¿Y Rosa
Benito? “Vuelvo porque me hace
ilusión y quiero vivir una experiencia nueva porque me lo merezco y lo
necesito. Ahora quiero ser realmente Rosa”. Mentira. Entra por dinero. Y
porque quiere ser realmente rica sin trabajar. Lucía Hoyos dice llegar a “GH VIP” con ganas de encontrar el amor y
vivir un antes y un después en su vida. Mentira, llega con ganas de dinero y de
vivir un después con dinero. Sema
dice entrar para “que hablen bien o mal,
pero que hablen”. Mentira. Entra por dinero. Javier Tudela dice acudir para superarse a sí mismo. Mentira. Entra
por dinero. Julián Contreras Jr. dice
llegar con “curiosidad por ver cómo me
voy a desenvolver” y con la esperanza “de
que la gente sepa como soy”. Mentira. Entra con curiosidad por el dinero y
la esperanza del dinero. Como el Pequeño Nicolás. Como todos.
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